La farmacéutica suiza Roche ha hecho un anuncio significativo este martes, detallando una inversión de 50.000 millones de dólares (aproximadamente 43.416 millones de euros) en Estados Unidos, con el objetivo de consolidar su presencia y aumentar su capacidad de producción en el país. Actualmente, Roche cuenta con más de 25.000 empleados distribuidos en 24 instalaciones a lo largo de ocho estados de EE.UU.
Con esta inversión, Roche prevé que, una vez operational toda su nueva y mejorada capacidad de fabricación, exportará más medicamentos desde Estados Unidos de los que importa. Se estima que estas inversiones generarán más de 12.000 nuevos empleos, incluyendo cerca de 6.500 puestos de trabajo en construcción, así como 1.000 en nuevas instalaciones.
La inversión se destinará a la expansión y modernización de las capacidades de fabricación y distribución en varios estados, incluidos Kentucky, Indiana, Nueva Jersey, Oregón y California. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la construcción de una planta de terapia génica en Pensilvania y un nuevo centro para respaldar su creciente portafolio de medicamentos para la pérdida de peso, cuya ubicación aún está por definirse. Roche también planea una nueva planta para la monitorización continua de glucosa en Indiana y un nuevo centro de investigación y desarrollo en Massachusetts, junto con mejoras en sus centros existentes en Arizona, Indiana y California.
Las inversiones anunciadas hoy subrayan nuestro compromiso a largo plazo con la investigación, el desarrollo y la fabricación en EE.UU.
Thomas Schinecker, consejero delegado de Roche, destacó la importante trayectoria de la compañía en más de 130 países y la relevancia de esta inversión en su enfoque hacia el mercado estadounidense. Este anuncio se produce en un contexto en el que su competidor suizo Novartis también ha comprometido 23.000 millones de dólares para la ampliación de diez instalaciones en Estados Unidos.
Este movimiento de Roche y Novartis se enmarca en un contexto más amplio donde las farmacéuticas buscan adaptarse a las posibles amenazas de aranceles planteadas por el expresidente Donald Trump. Recientemente, Trump mencionó un “importante arancel” para los productos farmacéuticos, señalando que esto llevaría a las empresas a reubicar su producción en Estados Unidos, un mercado clave para las farmacéuticas por su potencial de venta.
