Las acciones de Tesla se han incrementado un 6% este miércoles, alcanzando un precio unitario de 252,4 dólares una hora después de la apertura de Wall Street en Nueva York. Esta subida se produce un día después de que el CEO de la compañía, Elon Musk, anunciara su intención de reducir su dedicación al polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a partir de mayo.
Los inversores han recibido con optimismo las declaraciones de Musk, especialmente tras observar una caída del 71% en el beneficio neto de Tesla durante el primer trimestre del año, que se ha situado en 409 millones de dólares (359 millones de euros). Musk, durante una llamada telefónica con analistas, aseguró que a partir de mayo su tiempo dedicado a DOGE disminuirá significativamente, aunque mantendrá cierta colaboración con el Gobierno estadounidense para asegurar que el “desperdicio y el fraude” no resurjan con fuerza.
El magnate sudafricano aclaró que planea dedicar uno o dos días a la semana a asuntos gubernamentales “mientras el presidente (Donald Trump) quiera”, priorizando su enfoque en la actividad de Tesla, que también se ha visto afectada por los aranceles impuestos por la administración actual.
La reciente alza de las acciones de Tesla también se debe a las declaraciones del Gobierno chino, el cual se mostró “abierto” a dialogar con Estados Unidos sobre aranceles. No obstante, Pekín advirtió a Washington que debe “abandonar el chantaje y las amenazas” para facilitar el inicio de conversaciones destinadas a finalizar la guerra comercial entre ambas naciones. Esta noticia ha contribuido a que los principales índices bursátiles estadounidenses experimenten un repunte significativo: el Dow Jones subió un 2,78%, el S&P 500 un 3,18% y el Nasdaq un 4,27%.
A pesar del aumento en la cotización de sus acciones, el activismo político de Musk ha afectado la confianza de los inversores en Tesla, que en lo que va del año ha retrocedido un 37%, con una capitalización bursátil de 815.803 millones de dólares. Durante el primer trimestre de 2025, Tesla reportó ingresos por la venta de automóviles de 13.967 millones de dólares (12.261 millones de euros), lo que representa un descenso del 20% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En cuanto a su facturación total, que incluye ventas de unidades de almacenamiento de energía y otros servicios, la caída se moderó al 9%, registrando 19.335 millones de dólares (16.983 millones de euros). Además, el resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda) también disminuyó un 17%, alcanzando los 2.814 millones de dólares (2.472 millones de euros).
