El Ministerio para la Transición Ecológica ha confirmado este lunes que, segundos antes del apagón que dejó sin suministro eléctrico a millones de hogares en España y Portugal, se registró una caída de potencia en varias instalaciones de generación ubicadas en el sur del país, concretamente en Huelva y Murcia. Este nuevo dato añade complejidad a una investigación que aún no tiene una conclusión definitiva sobre el origen del fallo.
Una serie de eventos en cascada
Según ha explicado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, se han identificado al menos tres perturbaciones que afectaron a la red eléctrica antes del colapso final. La última de ellas, detectada 19 segundos antes del apagón generalizado, sugiere una pérdida repentina de generación eléctrica en una zona crítica del sistema.
Aunque aún no se ha determinado si esta anomalía fue una causa o una consecuencia del desequilibrio general, expertos del sector energético señalan que la secuencia temporal apunta a un posible efecto dominó en la red de alta tensión, que habría terminado afectando a toda la península ibérica.
Red Eléctrica bajo presión
La empresa encargada de la gestión del sistema, Red Eléctrica de España (REE), continúa analizando los datos registrados durante esos minutos críticos. Según fuentes internas, los equipos de monitorización detectaron un descenso brusco de frecuencia y una alteración en la sincronización de varias subestaciones clave.
La prioridad ahora es determinar si el fallo fue técnico, humano o fruto de un ataque externo, aunque esta última hipótesis ha sido descartada de forma preliminar por el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC).
¿Puede volver a ocurrir?
Tras el apagón, han proliferado en redes sociales y en ciertos medios no especializados predicciones infundadas sobre nuevos cortes eléctricos, incluso con fechas concretas. Desde el Gobierno y desde REE se insiste en que no hay ninguna evidencia que sugiera una amenaza inminente, y que el sistema eléctrico español sigue siendo uno de los más seguros de Europa.
Sin embargo, esta nueva revelación sobre la anomalía de los 19 segundos reabre el debate sobre la resiliencia de la red eléctrica ante perturbaciones inesperadas y la necesidad de reforzar los protocolos de respuesta rápida.
Una llamada a la inversión y a la prevención
Expertos del sector energético han señalado que la transición energética y la creciente penetración de renovables exigen una mayor flexibilidad y digitalización de la red. Este incidente podría acelerar las inversiones previstas en infraestructuras de almacenamiento, gestión de la demanda y sistemas automáticos de reconexión.
Mientras tanto, los reguladores europeos han solicitado a España un informe detallado sobre el apagón, en el marco de los protocolos de coordinación transfronteriza del sistema eléctrico continental.
