El segundo día del Cónclave amanecía con entusiasmo entre los presentes desde primera hora en la Plaza de San Pedro. Las votaciones de la mañana no permitieron el nombramiento del sucesor de Francisco. Ambas se resolvieron con fumata negra para resignación de los fieles desplazados a Roma.
Los 133 cardenales, tras no sacar siquiera un claro favorito, aunque con más agilidad que la primera votación de la tarde del miércoles, se retiraron a almorzar a Santa Marta. A primera hora de la tarde, en torno a las 16:00h, los purpurados volvían a la Capilla Sixtina con los ojos de todo el mundo puestos sobre el micro-estado. Roma esperaba impaciente. Pietro Parolin, Tagle, O’Malley, Zuppi... entre los favoritos al puesto.
Los 133 cardenales llegan a un consenso. Tenemos nuevo papa. 18:08h y la fumata blanca asoma por la chimenea de la Capilla Sixtina entre vítores, alegría y repique de campanas.
Habemus papam.
