Bizum, el sistema de pagos instantáneos más popular entre los usuarios bancarios en España, está desde este mes de mayo en el punto de mira de la Agencia Tributaria debido a la entrada en vigor de nuevas normativas fiscales que buscan controlar con mayor precisión las transacciones electrónicas entre particulares. La medida responde al aumento exponencial del uso de este tipo de plataformas y al creciente interés de Hacienda en prevenir el fraude fiscal, así como en asegurar que todas las actividades económicas -aunque se realicen en entornos digitales-, tributen como corresponde.
Una de las principales novedades introducidas por Hacienda es la obligación de declarar las transacciones recibidas a través de Bizum que superen ciertos límites establecidos. Aunque tradicionalmente el uso de Bizum se ha asociado a pagos cotidianos como cenas entre amigos, regalos compartidos o ventas ocasionales de productos de segunda mano, la realidad es que esta herramienta ha comenzado a utilizarse cada vez más en operaciones comerciales informales y sin registrar. Ante este fenómeno, el Gobierno ha decidido endurecer su control para garantizar que los ingresos que se generan a través de estos medios no escapen del radar fiscal.
La nueva normativa establece que si un usuario recibe más de 10.000 euros al año a través de Bizum, dicha cifra deberá declararse en la declaración de la renta. Este límite no distingue entre ingresos provenientes de actividades económicas profesionales o de transferencias personales, por lo que incluso quienes no son autónomos deberán justificar estos movimientos si superan ese umbral. Además, cualquier usuario que reciba múltiples ingresos repetidos a lo largo del tiempo, aunque no se supere ese límite global, podría ser objeto de una revisión por parte de la Agencia Tributaria, sobre todo si no existe coherencia entre esos ingresos y la situación laboral declarada.
Más allá del límite anual, también se han impuesto restricciones a los importes por transacción. Según ha confirmado Hacienda, a partir de ahora las operaciones que superen los 1.000 euros individuales estarán bajo un control más estricto y, en algunos casos, directamente prohibidas si no van acompañadas de la correspondiente justificación. La intención es clara: evitar que Bizum se utilice para transferencias de grandes sumas sin dejar rastro documental que respalde el origen del dinero. Esto afecta de lleno a quienes hasta ahora realizaban pagos significativos por servicios informales, ventas de productos o incluso alquileres mediante Bizum.
Hacienda permite por primera vez pagar la Renta con Bizum
Estas medidas también coinciden con una importante innovación por parte de Hacienda: la integración de Bizum como método de pago para ciertos trámites fiscales, incluyendo la declaración de la renta. Esto significa que los contribuyentes podrán usar Bizum para abonar impuestos directamente desde sus dispositivos móviles, haciendo el proceso más ágil y adaptado a las herramientas de uso cotidiano. Este cambio pone de manifiesto una dualidad interesante: mientras se endurecen los controles para evitar el uso opaco del sistema, también se promueve su integración como una vía legítima para cumplir con las obligaciones fiscales.
La Agencia Tributaria ha anunciado que utilizará herramientas de inteligencia artificial y análisis de datos para cruzar la información de los bancos con las declaraciones de los contribuyentes. Así, si una persona muestra signos de un elevado nivel de vida -como gastos frecuentes o ingresos repetitivos- pero declara ingresos bajos o nulos, podría recibir un aviso o incluso una inspección. En este sentido, se prestará especial atención a jóvenes, estudiantes o personas desempleadas que, sin tener una fuente de ingresos formal, realicen numerosas operaciones a través de Bizum.
Bizum, CaixaBank e Iberpay ayudarán al BCE a simular pagos con euros digitales
