El sector de la vivienda en España entró en el segundo trimestre de 2025 con cifras que reflejan dinamismo, pero también profundas tensiones. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y marzo de este año se han registrado 183.140 compraventas de viviendas, la cifra más alta en un primer trimestre desde 2007. Este incremento del 17% interanual ha sorprendido incluso a los analistas más optimistas.
Esta evolución responde a una combinación de factores. Por un lado, los tipos de interés más bajos, con el euríbor situándose en torno al 2,1% y un BCE que ha bajado el tipo rector al 2,25%, han reactivado la concesión de hipotecas. Por otro, el temor de muchos compradores a una subida continua de precios ha generado un efecto de "apresuramiento" en las decisiones de compra, especialmente entre quienes ya tenían cierta capacidad de ahorro acumulado.
El precio de la vivienda no ha dejado de subir. Según el último informe de Fotocasa, el precio medio por metro cuadrado se sitúa actualmente en 2.534 euros, lo que supone un incremento interanual del 8,6%. Comunidades como Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid lideran esta tendencia alcista. En particular, Baleares experimentó en 2024 una subida del 9,7%, según BBVA Research, lo que la convierte en la región con mayor esfuerzo económico para acceder a una vivienda.
Este desequilibrio se abordará en la próxima edición de la Feria SIMA 2025, que arranca la próxima semana en IFEMA Madrid. La feria, uno de los principales encuentros del sector inmobiliario en Europa, se centrará en dos grandes ejes: el aumento de la producción de vivienda y la atracción de inversión internacional. El objetivo, según los organizadores, es contribuir a resolver el déficit acumulado de vivienda en España, estimado en más de 740.000 unidades desde 2010.
Los organizadores del SIMA insisten en que España necesita triplicar su producción actual de viviendas nuevas para cubrir la demanda existente. La falta de suelo finalista, los retrasos administrativos y los costes de construcción son obstáculos que promotores y administraciones deberán abordar con urgencia.
Otro de los focos estará en el perfil del comprador. Actualmente, la mayoría de las operaciones son realizadas por personas de más de 40 años, con ingresos estables superiores a 2.500 euros al mes. Sólo uno de cada cinco compradores pertenece a las rentas más bajas, y la participación de los jóvenes en el mercado sigue cayendo. En febrero de 2025, sólo el 30% de los menores de 24 años realizó algún movimiento en el mercado de vivienda, cinco puntos menos que un año antes.
Esta desconexión generacional representa un reto socioeconómico de primer orden. Mientras el sector celebra cifras históricas de compraventa, miles de jóvenes continúan atrapados en el alquiler o residiendo con sus familias, sin acceso real a la propiedad.
SIMA 2025 será también el escaparate de nuevos proyectos urbanos, estrategias de vivienda sostenible, fórmulas de colaboración público-privada y nuevas herramientas tecnológicas aplicadas al sector. La feria buscará respuestas a un mercado que se mueve entre la euforia de los récords y la urgencia de garantizar un acceso digno y sostenible a la vivienda.
Así, el mercado inmobiliario español de 2025 se presenta como una paradoja: fuerte, dinámico y atractivo para inversores, pero cada vez más inaccesible para amplias capas de la población. La clave, como apuntan ya muchos expertos, no está solo en construir más, sino en construir mejor y para todos.
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