Panza Capital ha defendido sus estrategias de inversión en sectores como la construcción y empresas como la automovilística alemana BMW, a pesar del contexto global marcado por la volatilidad y la guerra comercial que ha resultado en aranceles. En una misiva firmada por el director de inversiones y presidente de la firma, Beltrán de la Lastra, se anticipó la actuación y visión para el segundo trimestre, señalando que las bruscas caídas y recuperaciones precios en mercados derivados de la guerra comercial presentan desafíos a corto plazo.
De la Lastra afirmó: «Para el inversor a largo plazo, por fortuna para nosotros, la perspectiva es distinta» y expuso la filosofía de inversión de la casa: «La mejor forma de ganar dinero es empezar por protegerlo». Ha detallado que su enfoque se basa en tesis de inversión simples: «Poca deuda y bajas valoraciones generan rentabilidades muy atractivas a largo plazo y también protegen el capital de pérdidas irrecuperables, aunque debamos soportar los sube y baja del camino». Además, profundizó en que se refiere a modelos de negocio con poco riesgo disruptivo, lo que implica que podrán seguir operando a lo largo del tiempo.
Para el inversor a largo plazo, por fortuna para nosotros, la perspectiva es distinta
El directivo destacó el sector de la construcción como un ejemplo, afirmando que resulta poco creíble pensar que en el futuro dejará de construirse viviendas. «Cuando se construyen pocas, los resultados de las compañías son pobres y las valoraciones atractivas», afirmó. De la Lastra defendió su posición en cotizadas de la construcción británica, recordando que el año pasado se levantaron 140.000 viviendas, muy por debajo del promedio de 200.000 de los últimos 20 años. «La pregunta no es si se volverán a construir más, sino cuándo», añadió, y mostró confianza en que la construcción de nuevas casas se reactivará, lo que generará beneficios.
En cuanto al sector químico, el ejecutivo subrayó la importancia de gestionar eficientemente el endeudamiento para evitar situaciones desfavorables. «Poca deuda es el salvoconducto de una compañía para atravesar los momentos débiles del ciclo», indicó, mencionando ejemplos como Evonik o Wacker, donde la deuda es «pequeña y manejable» en relación al valor total.
De la Lastra también comentó acerca de la clave de las valoraciones en la protección del capital: «Si compras caro, puedes perder mucho dinero; si compras barato, el riesgo de pérdida permanente es mucho más bajo». Esto se aplica a la inversión en BMW, resaltando que se está pagando poco más de tres veces el beneficio normalizado por una compañía que devuelve anualmente un 10% en dividendos y recompras, a pesar de las dificultades actuales en el sector automovilístico.
Mirando hacia el futuro, el directivo advirtió que es poco probable que las cotizaciones avancen sin sobresaltos, tal como lo sugieren las tensiones arancelarias y la incertidumbre que impactarán las ventas en los próximos trimestres. Sin embargo, defendió que las valoraciones actuales seguirán generando rentabilidades «muy atractivas» a largo plazo, independientemente de la situación arancelaria.
Con las valoraciones actuales, las carteras generarán unas rentabilidades muy atractivas a largo plazo
