Revista Capital

Seguros a medida: por qué firmar una póliza por una pierna, los pulgares o la sonrisa

Por Marta Menéndez

En un mundo donde la fama y el éxito se miden no solo en logros, sino también en la capacidad de generar ingresos, las grandes estrellas a menudo recurren a medidas excepcionales para salvaguardar lo que les permite vivir de su imagen y talento. Entre estas medidas se encuentran los seguros más insólitos, aquellos que aseguran no solo propiedades, sino también partes del cuerpo, habilidades o rasgos físicos que se han convertido en verdaderos activos comerciales.  

Este fenómeno, que puede parecer extravagante a primera vista, está profundamente relacionado con la industria del entretenimiento, el deporte y los negocios. La contratación de estos seguros revela la importancia de proteger lo que, en última instancia, constituye el "capital" de las celebridades: sus talentos, su imagen y todo aquello que los hace únicos. Pero más allá de la anécdota o la curiosidad, estos seguros reflejan una lógica empresarial y un enfoque preventivo frente a los riesgos que podrían poner en peligro sus carreras y futuras fuentes de ingresos. 

En este reportaje, exploraremos algunos de los seguros más raros y extravagantes contratados por los famosos, las razones detrás de estas decisiones y el impacto económico que tienen tanto en los asegurados como en las aseguradoras.  

La evolución de los seguros de los famosos 

El concepto de asegurarse es tan antiguo como el comercio mismo. En sus inicios, los seguros se diseñaron para proteger a las personas de pérdidas económicas por sucesos imprevisibles, como un accidente o un incendio. Sin embargo, con el tiempo, los seguros han evolucionado para adaptarse a nuevas necesidades, especialmente en el mundo de los negocios y las industrias creativas. En este contexto, los famosos han sido pioneros en el diseño de pólizas a medida que van más allá de las coberturas convencionales. 

En la industria del cine, el deporte, la música y la moda, las celebridades no solo se consideran productos, sino que son "activos intangibles" cuyo valor puede estar relacionado con su imagen, habilidades específicas o incluso sus rasgos físicos. Así, asegurar un talento o una parte del cuerpo ha dejado de ser una rareza para convertirse en una estrategia financiera de alto nivel, donde las cifras involucradas pueden alcanzar millones de dólares. 

El valor de los activos físicos: ¿Por qué asegurar artes del cuerpo? 

Una de las razones principales por las que los famosos aseguran partes de su cuerpo o rasgos físicos radica en el hecho de que estos elementos son fundamentales para su carrera y la generación de ingresos. Para un futbolista, una pierna o una mano pueden ser esenciales; para una actriz, la sonrisa o la piel; y para un músico, las manos o los dedos. En todos estos casos, el daño o la pérdida de alguna de estas partes podría significar el fin de una carrera, lo que convierte a estos seguros en una inversión estratégica. 

Además, muchos famosos dependen de su imagen para mantenerse relevantes en sus respectivos campos. En la actualidad, con el auge de las redes sociales y la creciente demanda de contenido visual, una marca personal sólida no solo depende del talento, sino también de la apariencia. Por lo tanto, asegurar una parte del cuerpo que constituye la esencia de esa marca puede ser una forma de garantizar la continuidad de su carrera en caso de un accidente o incidente que pueda poner en peligro ese activo. 

Habilidades como las que tienen diferentes figuras públicas les permiten vivir de su imagen y talento, por eso nacen los seguros a medida

Casos de seguros inusuales: de las piernas a las sonrisas 

David Beckham: el caso de las piernas 

Uno de los ejemplos más conocidos de este tipo de seguros es el de David Beckham, quien, en su apogeo como futbolista, aseguró sus piernas por 150 millones de dólares. Este seguro no solo protegía sus piernas en caso de un accidente que afectara su capacidad de jugar, sino que también reflejaba el valor económico de su imagen como icono global. En un mundo donde Beckham no solo es reconocido por su destreza en el fútbol, sino también por su presencia en anuncios publicitarios y campañas de moda, las piernas se convirtieron en un activo clave para generar ingresos. 

A pesar de que Beckham ya no juega profesionalmente, su figura sigue siendo un referente en el mundo de la moda y los negocios. Así, asegurar sus piernas representa no solo una precaución frente a cualquier percance, sino también una forma de proteger su capacidad para seguir siendo una figura influyente en el mundo de los negocios. 

Fernando Alonso: asegurando los pulgares de un piloto 

El caso de Fernando Alonso, piloto de Fórmula 1, también destaca entre los seguros más peculiares. Alonso aseguró sus pulgares por la cifra de 10 millones de euros, una decisión que puede parecer extraña, pero que tiene sentido cuando se considera la naturaleza del deporte en el que compite. Los pulgares son esenciales para manejar el volante con la precisión que exige la Fórmula 1, y cualquier daño en esta parte del cuerpo podría comprometer su habilidad para competir al más alto nivel. 

Este seguro resalta cómo incluso las partes más pequeñas del cuerpo de un deportista de élite pueden ser cruciales para su rendimiento. Los pilotos, como los futbolistas, son conscientes de que cada detalle puede marcar la diferencia entre ganar o perder, y por eso aseguran aquellos elementos de su físico que son indispensables para su carrera. 

Estos seguros reflejan una lógica empresarial y un enfoque preventivo frente a los riesgos que podrían poner en peligro sus carreras

Julia Roberts: la sonrisa que vale millones 

En el cine, la imagen es clave. Julia Roberts, una de las actrices más exitosas de Hollywood, es conocida mundialmente por su sonrisa. Para proteger su "sello personal", contrató un seguro para su sonrisa por 28 millones de dólares. Este seguro no solo se relaciona con su éxito en comedias románticas como Mujer Bonita, sino con la importancia que tiene su sonrisa en su carrera, que ha sido una de las características que la ha hecho destacar entre otras actrices. 

La sonrisa de Roberts no es solo un rasgo físico; es parte integral de su marca personal y de su atractivo comercial. A lo largo de los años, ha sido un factor determinante para su permanencia en Hollywood, y asegurarla resulta una estrategia financiera lógica para proteger su capacidad de seguir generando ingresos de forma constante. 

Kim Kardashian: un cuerpo como marca comercial 

Kim Kardashian ha sido pionera en el uso de su imagen como un activo comercial. Aunque los detalles sobre la cifra exacta no han sido revelados, se sabe que ha asegurado su cuerpo, especialmente sus curvas, que le han permitido consolidarse como una de las figuras más influyentes del mundo. La contratación de este tipo de seguros subraya la importancia de la apariencia en la era de las redes sociales, donde la imagen personal es un producto en sí misma. 

El caso de Kardashian es un ejemplo claro de cómo la imagen física puede convertirse en una fuente de ingresos masivos. Al asegurar su cuerpo, protege su capacidad para generar ingresos a través de contratos de patrocinio, acuerdos publicitarios y su propia línea de productos de belleza. 

Iker Casillas: las manos del mejor portero 

El legendario portero español Iker Casillas también ha sido protagonista de un seguro inusual: sus manos, aseguradas por 5 millones de euros. Para un portero, las manos son esenciales para su desempeño en el campo, y Casillas no dudó en asegurar su principal herramienta de trabajo. Este seguro no solo protege sus manos en caso de un accidente, sino que también resalta la importancia de estas partes del cuerpo para mantener su carrera y su capacidad de generar ingresos a través de su imagen y sus contratos publicitarios. 

Shakira y Mariah Carey: la voz de la navidad y la figura de la reina del pop latino 

Tanto Shakira como Mariah Carey han logrado un éxito global basado en sus talentos vocales únicos, y ambas han tomado medidas para proteger estos activos. Aunque no se tiene confirmación de que Shakira haya asegurado específicamente su voz, ha sido ampliamente reconocida por su habilidad vocal, especialmente en su icónica música latina. Por otro lado, Mariah Carey es famosa por su impresionante rango vocal, y, de hecho, ha asegurado su voz por 35 millones de dólares, cifra que corresponde a un seguro contratado durante su gira "Sweet Sweet Fantasy", junto con otro seguro para sus piernas, también por 35 millones. Este tipo de póliza refleja la importancia de proteger activos tan valiosos y esenciales para sus carreras, garantizando que puedan seguir generando ingresos a lo largo de sus trayectorias artísticas. Jennifer López: El Cuerpo Como Marca Comercial.

Bruce Springsteen: asegurando las manos de un músico 

Bruce Springsteen, el icónico cantautor y guitarrista, también ha contratado seguros inusuales. Conocido por su destreza en la guitarra y su energía en el escenario, Springsteen ha asegurado sus manos, herramientas esenciales para su carrera. Aunque no se conocen los detalles exactos de la cifra, este seguro subraya la importancia de las manos para un músico, cuya habilidad para tocar instrumentos es la base de su éxito. En su caso, la contratación de este tipo de seguro refleja un enfoque pragmático para proteger lo que le ha permitido generar ingresos a lo largo de su extensa carrera. 

El impacto económico de los seguros ‘raros’ 

Lejos de ser simples excentricidades, los seguros sobre partes del cuerpo que contratan algunas celebridades responden a una lógica económica bien fundamentada. Al asegurar activos físicos específicos —como piernas, manos o cuerdas vocales—, estos personajes no solo se protegen ante posibles accidentes, sino que también están salvaguardando su principal fuente de ingresos. Se trata, en esencia, de una estrategia de gestión de riesgos orientada a preservar su capital humano. 

Desde la perspectiva de las aseguradoras, estas pólizas representan un nicho altamente rentable. Al estar diseñadas de forma personalizada para cubrir riesgos muy particulares, suponen primas elevadas y requieren evaluaciones actuariales detalladas. Además, al tratarse de contratos mediáticamente llamativos, también ofrecen visibilidad y posicionamiento dentro de un mercado competitivo. 

En términos macroeconómicos, este tipo de seguros pone de relieve cómo ciertos sectores —como el entretenimiento o el deporte— han transformado el cuerpo en un activo económico. Cada póliza es, al mismo tiempo, una declaración sobre el valor tangible que se le asigna a determinadas habilidades o atributos físicos. Así, más allá de la protección, estos seguros funcionan como instrumentos para maximizar y extender la rentabilidad de la imagen y el rendimiento profesional a lo largo del tiempo. 

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