En el análisis reciente del economista Desiderio Romero-Jordán, se concluye que los hogares españoles presentaron en 2024 una renta neta real inferior a la de 2008, a pesar de que, en términos reales, están pagando más IRPF que en el año que marcó el inicio de la crisis financiera. Este informe ha sido publicado en los ‘Cuadernos de Información Económica’, editados por Funcas. Romero-Jordán destaca que "en términos reales, los contribuyentes pagan hoy más que antes de la crisis financiera" lo que evidencia un cambio significativo en la presión fiscal sobre los hogares, en especial mediante el IRPF.
El estudio revela que el aumento total de los impuestos —incluyendo el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el impuesto sobre el valor añadido (IVA), el impuesto de sociedades (IS) y los impuestos especiales (IE)— alcanzó un 8,1% en 2024, sumando 21.167 millones de euros. Este incremento ha elevado su peso en el PIB del 17,4% al 17,7%, siendo el IRPF el principal responsable de dicho aumento, aportando cerca del 40% del total.
El indice de la carga media real del IRPF soportada por los hogares en 2024 superó los 100 alcanzados en 2008, estableciéndose en 114,4. Contrariamente, el índice de la renta neta media real se situó en 95,7, indicando que los hogares han visto disminuida su capacidad económica en comparación con hace más de una década. Romero-Jordán explica que "los hogares tienen en 2024 una renta neta real inferior a la que tenían en 2008" y advierte que la falta de indexación a la inflación desde la pandemia ha acentuado esta situación, ralentizando el crecimiento de la renta real de los hogares.
En lo que respecta a la presión fiscal por IVA, se observa que se mantuvo en un 5,7% en 2024, un nivel similar al promedio del periodo pospandemia y del año 2019. A pesar de las rebajas implementadas en el IVA de la electricidad, gas y alimentos, la recaudación ha aumentado debido a la inflación, elevando la carga media por hogar. Así, se estima que este patrón de presión fiscal por IVA continuará en los próximos años si se mantiene el alto peso del gasto sujeto a IVA respecto al PIB.
