El próximo martes 10 de junio, el Congreso de los Diputados debatirá una proposición no de ley presentada por el partido Vox, que pone de manifiesto la necesidad de revisar el actual «sobredimensionamiento» de las instalaciones de energías renovables en España. La formación liderada por Santiago Abascal arremete contra lo que considera una expansión «descontrolada» de estas instalaciones sobre tierras de cultivo, con un especial enfoque en el olivar.
España se posiciona como el mayor productor mundial de aceite de oliva, contribuyendo con el 45% del total global y un significativo 70% de la producción en la Unión Europea. Este sector es fundamental para la economía nacional, generando más de 350.000 empleos directos y ocupando 2,75 millones de hectáreas; Jaén es reconocida como su principal referente.
Sin embargo, según Vox, en los últimos meses se ha observado una preocupante tendencia a la tala de olivos, especialmente en provincias como Jaén y Granada. La formación política atribuye esta situación a la «permisiva» legislación actual del Gobierno, que ha simplificado los procesos ambientales y permite incluso la expropiación forzosa de tierras fértiles para la instalación de macroplantas solares.
El olivar no solo representa una parte fundamental de nuestro paisaje, nuestra economía y nuestra cultura, sino que es un pilar estratégico para la soberanía alimentaria de España
En su propuesta, Vox solicita al Gobierno español frenar la expansión de las renovables en tierras agrícolas y proteger el olivar asegurando su rentabilidad y conservación como símbolo del entorno rural español. El partido también señala la necesidad de eliminar procedimientos acelerados y sin transparencia en la evaluación ambiental de estas infraestructuras.
Asimismo, la formación hace un llamado a adoptar prácticas agrivoltaicas, similares a las implementadas en Italia. Según Vox, este modelo permite compatibilizar la actividad agrícola con la producción de energía, sin comprometer ni los cultivos ni el modo de vida de los agricultores.
