El portavoz de los Comuns en el Parlament, David Cid, ha manifestado su firme oposición a la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, proyecto que según asegura, no cuenta con el respaldo de Europa. Durante una rueda de prensa en la Cámara catalana, Cid destacó que el proyecto es «una propuesta del siglo pasado, del siglo XX» y advirtió sobre su potencial fracaso a largo plazo.
En su intervención, Cid subrayó que el momento crítico para la cancelación de la ampliación se presentará en 2028, durante la elaboración del plan director urbanístico. El portavoz de los Comuns vaticina que en ese momento el proyecto no tendrá el aval de la Comisión Europea, lo cual podría suponer su caída definitiva. «Será el momento clave y creo que allí es donde se dará el golpe fatal al proyecto. Es dónde tenemos la fuerza para pararlo», recalcó Cid, quien no confía en un cambio de postura por parte de los socialistas.
Cid también criticó la propuesta del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tildándola de ser «una operación de maquillaje» que afectará a los espacios de la Ricarda y el Remolà. Además, expresó su preocupación por el incremento del turismo y su impacto en los precios de la vivienda. «Una cosa es mejorar la interconectividad de Catalunya a nivel estratégico, la otra cosa es traer a 20 millones de turistas más con el impacto que tiene todo ello en el precio de la vivienda», puntualizó.
El portavoz insistió en que la prioridad del Govern debería centrarse en asuntos como la vivienda y el sistema de transporte Rodalies, en lugar de abrir el debate sobre la ampliación del aeropuerto. Cid alertó sobre los efectos medioambientales de la expansión, destacando el impacto directo que tendría en espacios naturales y el aumento en las emisiones de CO2.
Más allá de subterfugios, esto tendrá un impacto directo sobre espacios naturales, gases y emisiones de CO2
Así, la posición de los Comuns es clara: realizarán todos los esfuerzos políticos necesarios para evitar que la ampliación del aeropuerto se materialice, abogando por un modelo más sostenible y alineado con las necesidades reales de la población catalana.
