A los 35, 40 o incluso 45 años, muchos profesionales se encuentran ante una gran paradoja: han alcanzado posiciones de liderazgo, toman decisiones estratégicas, tienen equipos profesionales bajo su batuta… pero sienten que les falta algo. Se trata de una necesidad de evolución, de adquirir e integrar herramientas para interpretar un mundo empresarial en constante cambio, pero, sobre todo, de hacerlo sin sacrificar su tan valioso tiempo.
En un contexto en el que el liderazgo ya no se mide solo en resultados, formarse sigue siendo una decisión clave, prácticamente, una obligación. Pero ¿cómo puedo hacerlo con una agenda saturada y una vida con atención continua al trabajo? La respuesta de ESIC es clara: no se trata de hacer más, sino de hacer mejor.
El Executive MBA de ESIC nace de esta realidad: pensado para profesionales con experiencia que aspiran a una transformación real sin renunciar a su vida. Un máster diseñado con inteligencia para que se adapte a tu agenda, no al revés.
Un formato que entiende la vida profesional y personal
Lejos del esquema tradicional de máster intensivo, el Executive MBA (EMBA) de ESIC está pensado para integrarse con la agenda del profesional en activo. Las clases presenciales se concentran en tres fines de semana al mes: viernes por la tarde y sábado por la mañana -con un total de 10 horas lectivas-, con un fin de semana libre que permite desconectar, avanzar por cuenta propia o atender otros asuntos fuera del mundo laboral.
Además, no hay clases en los periodos clave de descanso: Navidad, Semana Santa, ni durante la segunda quincena de julio y todo el mes agosto. No es solo una cuestión de comodidad. Se trata de un diseño realista para personas reales que ya están en primera línea de batalla empresarial. Con un enfoque 100 % ejecutivo y una planificación pensada para quienes ya están en primera línea, el EMBA de ESIC no obliga a elegir entre avanzar o conciliar, ayuda a hacer ambas cosas mejor.
Cecilia Kindelán, directora del programa EMBA de ESIC: “Los alumnos del EMBA no están empezando su carrera, están elevándola. Y lo hacen desde la experiencia, no desde la teoría”
Aprendizaje aplicado desde el minuto uno
A diferencia de otros programas académicos, el EMBA de ESIC se construye sobre un enfoque absolutamente práctico. Esto es así gracias a herramientas como el simulador empresarial, que plantea escenarios reales y obliga a tomar decisiones como si el alumno ya estuvieras al frente de una compañía. A eso se suma la incorporación de herramientas de inteligencia artificial (IA) en asignaturas transversales, adaptadas a los diferentes perfiles. Además, cuenta con un último tramo online con una duración de un mes y medio en el que se podrán encontrar optativas adaptadas a los intereses más inmediatos.
Una red de alto nivel
Uno de los grandes valores del programa es, sin duda, su oferta de networking. Los alumnos del EMBA comparten aula con otros perfiles provenientes de sectores diversos, lo que genera un ecosistema de aprendizaje y de colaboración de gran valor. Este espacio de intercambio de conocimiento y experiencia se potencia aún más con eventos como el EMBA Summit, un encuentro exclusivo donde los alumnos de todos los campus de ESIC en España pueden conectarse, compartir experiencias y construir sinergias en busca del beneficio mutuo.
"Invertir en ti no es parar el tiempo, es aprender a manejarlo con inteligencia para potenciar el mayor activo que eres tú”
Una experiencia global
Este programa incluye una opción internacional para quienes buscan una visión aún más amplia. Su semana internacional permite elegir entre destinos como Washington, Normandía o Estonia, ofreciendo una inmersión académica y cultural en contextos económicos y empresariales muy distintos los que están acostumbrados. Se trata de una oportunidad de salir del entorno habitual, comparar modelos, ampliar perspectivas y volver con nuevas ideas. Todo, sin comprometer la continuidad del programa ni la vida profesional del alumno.
Un máster con propósito
Más allá del aprendizaje técnico, el EMBA de ESIC pone el foco en el liderazgo consciente. En cómo gestionar no solo empresas, sino personas, energía y visión. Por eso, el programa también impulsa iniciativas como la Beca Mujer y Liderazgo, con el objetivo de seguir rompiendo techos de cristal en el entorno ejecutivo.
El aval de los resultados
Más del 90 % de los graduados del Executive MBA de ESIC ha experimentado una transformación profesional significativa una vez cursado. Ya sea en forma de promoción interna, cambio de sector o incluso el inicio de un proyecto propio. Pero los números, aunque son importantes, no plasman los resultados. Lo más relevante es aquello que no se puede cuantificar: la confianza renovada, la claridad estratégica y la ampliación de horizontes.
El EMBA de ESIC ofrece dos convocatorias al año, en abril y octubre, dos oportunidades para quienes sienten que su momento es ahora.
