España ha experimentado en 2025 un descenso en su posición como destino de Inversión Extranjera Directa (IED), situándose en el puesto 11 de 25 en el ranking elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Este retroceso, según el informe ‘La confianza empresarial y la inversión extranjera en España. Índice Kearney de Confianza para la Inversión Extranjera Directa 2025’, presentado por Íñigo Gregorio Izquierdo, director general del IEE, y otros expertos, representa una caída del 13% en la confianza de los inversores en comparación con el año anterior.
La posición de España y los factores de inversión
Tras cuatro años consecutivos en el ‘top 10’, la economía española ha perdido dos posiciones, ampliando la brecha con Estados Unidos, cuya calificación supera en un 23,3% a la de España. A pesar de históricamente posicionarse detrás de Alemania y Francia, este año España también ha sido superada por Italia.
Los inversores destacan el desempeño económico del mercado español como la razón más fuerte para invertir, siendo este mencionado por el 32% de los encuestados. Otros factores de atracción incluyen la innovación tecnológica (29%) y la calidad de la infraestructura (26%). Sin embargo, se identifican áreas de mejora como la eficacia de los procesos legales, el entorno regulatorio y la falta de incentivos fiscales.
A nivel global, España mantiene una posición destacada entre los 15 países más atractivos para la IED, gracias a su localización estratégica y sectores como energías renovables y turismo. Madrid, con más del 64% de la inversión, lidera las regiones recibidoras, seguido por Cataluña, el País Vasco y la Comunidad Valenciana.
Retos para el futuro
A pesar de sus atractivos, España enfrenta desafíos significativos, incluyendo la complejidad regulatoria, inestabilidad política y la inseguridad jurídica. La corrupción es también un factor que condiciona la toma de decisiones inversoras. Según Gregorio Izquierdo, aunque la estabilidad política actual se percibe como transitoria, su impacto negativo está limitado:
Cuando un fenómeno se plantea como transitorio, la respuesta que tiene la inversión extranjera muchas veces no es cambiar de destino, sino simplemente es aplazar esa decisión
El informe sugiere adoptar reformas estructurales para mejorar el entorno inversor. Se recomienda simplificar el entramado normativo, garantizar un entorno legal estable y evitar políticas intervencionistas. En materia fiscal, es fundamental una política competitiva que no incremente la carga impositiva, promoviendo la atracción de talento internacional y alianzas público-privadas que favorezcan un entorno propicio para la inversión a largo plazo.
