La presidenta de Inditex, Marta Ortega, ha destacado en la junta general de accionistas el legado de cinco décadas que ha construido la empresa. Durante su intervención en la sede central de Arteixo, A Coruña, Ortega subrayó la importancia de estos «50 años de personas» y su enfoque en un futuro basado en «valores», especialmente en «tiempos complejos» y «llenos de desafíos». Con emoción, afirmó: «No podemos perder nunca nuestro espíritu», en un aniversario que representa una «enorme responsabilidad».
Marta Ortega recordó el nacimiento de Inditex con Zara, una pequeña tienda en A Coruña impulsada por Amancio Ortega a mediados de los años setenta. Con una «idea valiente» de poner al cliente en el centro a través de «diseño, calidad y cercanía», Zara se transformó en un gigante con presencia en casi un centenar de países y 200 de forma online. Según Ortega, «aquella pequeña tienda fue el inicio de algo enorme, y no solo por su dimensión, sino por su alma, que sigue viva». La presidenta puntualizó que el propósito nunca fue solo vender ropa, sino entender a las personas.
«Cinco décadas de trabajo incansable, de sueños compartidos, de retos superados, de aprendizaje constante; pero, sobre todo, 50 años de personas», resumió Ortega.
En cuanto al futuro, Marta Ortega afirmó que Inditex tiene la «mirada puesta» en un crecimiento que no solo mide el tamaño, sino también la responsabilidad y la aportación de valores. «Queremos que ese crecimiento nos lleve a ser cada vez mejores», enfatizó. La «verdadera magia» de Inditex continúa siendo su personal, compuesto por 170 nacionalidades, cuya dedicación y compromiso han sido claves para el éxito del grupo.
«El futuro está en nuestras manos y si en las dificultades nos mantenemos unidos y mantenemos ese espíritu, siempre encontraremos el camino correcto», aseguró.
Finalmente, Ortega despidió a José Arnau, quien deja la vicepresidencia de Inditex tras una década en el cargo. Agradeció su «apoyo incondicional» y reconoció su contribución: «Tus ganas de ayudar siempre me han marcado personalmente y espero seguir contando contigo». Ortega concluyó su intervención con un emotivo mensaje: «Muchas gracias, Pepe. Esta siempre será tu casa».
