Grifols ha reportado un incremento significativo en su beneficio neto, alcanzando los 177 millones de euros durante el primer semestre de este año. Este resultado representa un crecimiento del 387,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, donde la ganancia se situó en 36 millones de euros. La noticia lleva consigo la reanudación del pago de dividendos, con una remuneración de 0,15 euros por acción, lo que refuerza su compromiso con la creación de valor para los accionistas.
Entre los meses de enero y junio, Grifols generó ingresos que ascendieron a 3.677 millones de euros, reflejando un crecimiento del 7% a tipo de cambio constante. Además, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado fue de 876 millones de euros, lo que equivale a un aumento del 12,7%, alcanzando un margen del 23,8%. Estos resultados subrayan la capacidad de la compañía para optimizar su operatividad y su resiliencia en el mercado.
La empresa ha reafirmado su guía para 2025, mejorando las previsiones de flujo de caja libre antes de fusiones y adquisiciones, con un rango estimado entre 375 y 425 millones de euros. En este contexto, la ratio de apalancamiento se ha reducido significativamente a 4,2 veces, en comparación con las 4,5 veces del trimestre anterior y 5,5 veces en el primer semestre del año pasado, destacando el enfoque de Grifols en la gestión de su deuda. Actualmente, cuentan con una posición de liquidez de 1.400 millones de euros, ofreciendo una señal de estabilidad y fortaleza financiera.
