La economía de Estados Unidos experimentó un crecimiento moderado en agosto, creando 22.000 nuevos empleos no agrícolas. Este número representa una caída significativa en comparación con los 79.000 puestos de trabajo añadidos en julio, tal como reportó el Departamento de Trabajo en su más reciente informe. Las cifras de agosto marcaron un punto de inflexión en la trayectoria laboral del país.
El Departamento de Trabajo actualizó las cifras de meses anteriores, incrementando la creación de empleo de julio a 79.000 desde los 73.000 inicialmente reportados, mientras que revisó a la baja los datos de junio, pasando de 14.000 a una disminución de 13.000 empleos. En total, estas revisiones llevaron a la pérdida de 21.000 puestos de trabajo con respecto a datos previos.
La revisión de datos interrumpió la serie de 53 meses consecutivos de creación de empleo en la primera potencia mundial, destacando la volatilidad actual del mercado laboral. Esto también impactó en la tasa de desempleo, que aumentó una décima, situándose en el 4,3% en agosto. Este incremento se observa tanto en comparación con el mes previo como con agosto de 2024. Cabe mencionar que el nivel de desempleo había estado fluctuando entre el 4% y el 4,2% desde mayo de 2024.
En agosto, el número total de desempleados llegó a 7,384 millones, de los cuales 1,930 millones correspondían a parados de larga duración
Estos parados de larga duración constituyen el 26,1% del total de desempleados. Además, hubo un aumento de 65.000 personas trabajando a tiempo parcial por motivos económicos, alcanzando los 4,749 millones.
La tasa de participación de la fuerza laboral también experimentó un ligero crecimiento, alcanzando el 62,3%, una décima más que en meses anteriores. Estas cifras subrayan los desafíos en el mercado laboral de Estados Unidos, reflejando una combinación de factores económicos que presionan tanto a empleadores como a empleados en un entorno económico en constante cambio.
