La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reafirmó este martes que no se comprometerá a seguir una hoja de ruta fija con respecto a los tipos de interés. Durante un evento celebrado en Helsinki, Finlandia, Lagarde enfatizó la importancia de mantener abiertas las opciones para responder eficazmente a cualquier amenaza inflacionista. La directiva declaró: «No podemos comprometernos de antemano con ninguna senda futura de tipos, sea para modificarlos o dejarlos intactos».
Lagarde subrayó que, con una tasa de política monetaria actual del 2%, el BCE está bien posicionado para reaccionar ante cualquier cambio en los riesgos de inflación o nuevas perturbaciones. Aseguró que tanto los riesgos a la baja como al alza están «bastante contenidos», lo que otorga flexibilidad al banco para adaptarse a las circunstancias que vayan surgiendo.
En relación a la guerra comercial impulsada por los Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, Lagarde aclaró que no está creando presiones inflacionistas significativas en la eurozona. Esto ha permitido al bloque comunitario esquivar las previsiones pesimistas que auguraban un escenario de estanflación. La presidenta destacó que los aranceles han llevado a los gobiernos europeos a reevaluar sus relaciones comerciales y de seguridad, resultando en una «respuesta de inversión endógena».
El BCE anticipa un impacto «limitado» si las tensiones comerciales aumentan nuevamente. Lagarde explicó que, aunque la Unión Europea es la mayor potencia comercial del mundo, la mayoría de los intercambios de bienes y servicios se realizan dentro del propio bloque. Esto resguarda a la eurozona de la guerra arancelaria exterior.
Un factor que a menudo se pasa por alto en el debate sobre los aranceles es que nuestro mercado interior es mucho más importante para el comercio que el resto del mundo
Concluyó que un incremento del 2% en los flujos comerciales internos de la eurozona sería suficiente para compensar la pérdida de exportaciones a Estados Unidos provocada por el aumento de los aranceles. Lagarde remarcó la importancia del mercado interior como motor clave en el comercio europeo frente a desafíos externos.
