Recientes datos de afiliación difundidos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones revelan que España experimentó un incremento promedio de 31.462 cotizantes en septiembre respecto al mes previo, lo cual representa un aumento del 0,15%. Este fenómeno ha sido destacado como el mayor aumento para un mes de septiembre desde el inicio de la serie histórica en 2002, superado solo por los repuntes registrados en 2020 y 2021 durante el contexto pandémico. En consecuencia, la cifra media de afiliados se estableció en 21.697.665 personas.
A pesar de las cifras positivas en materia de empleo, Juan Bravo, vicesecretario de Hacienda del Partido Popular, ha expresado preocupación sobre la calidad y duración de los nuevos empleos generados. Bravo considera una «buena noticia» la creación de puestos laborales, pero advierte sobre las condiciones subyacentes al empleo en España. En un mensaje divulgado a través de la red social X, el vicesecretario señaló: «Si se crea un puesto de trabajo es una buena noticia, pero hay más de 1,5 millones de contratos para crear 31.000 empleos, de cada 100 contratos, sólo 17 son indefinidos a tiempo completo». Además, destaca que el desempleo juvenil ha aumentado en 16.000 individuos y España mantiene el peor índice de desempleo en la Unión Europea.
El aumento en el número de ocupados se debe en gran medida al inicio del curso escolar, con la educación actuando como uno de los principales motores de empleo. Las cifras positivas también fueron avaladas por la disminución del paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo, que descendió en 4.846 personas durante el mes de septiembre, marcando una reducción del 0,2%. Este descenso del desempleo se debe principalmente a la menor demanda laboral en los sectores de la construcción y los servicios, según los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
La realidad detrás de las estadísticas
A pesar de los avances, el análisis de Bravo revela que la estabilidad y la calidad del empleo continúan siendo problemáticas, especialmente para los jóvenes en el mercado laboral. España confronta desafíos significativos para mejorar su índice de desempleo juvenil y asegurar puestos de trabajo sostenibles, ya que aún es el país con el peor dato de paro en la UE.
