El aeropuerto de Múnich suspendió temporalmente sus operaciones la madrugada del viernes tras varios avistamientos de drones no identificados, en el último de una serie de incidentes similares que han afectado al tráfico aéreo en Europa.
El cierre afectó a 17 vuelos y obligó a desviar otros 15 hacia aeropuertos como Stuttgart, Núremberg, Viena y Fráncfort, dejando a casi 3.000 pasajeros varados. La aerolínea Lufthansa confirmó la cancelación o desvío de 19 vuelos, incluidos tres de larga distancia. Para atender a los pasajeros, la terminal instaló camas plegables y proporcionó mantas, bebidas y refrigerios.
Los drones fueron avistados alrededor de las 19:30 GMT del jueves, provocando el cierre de ambas pistas durante aproximadamente una hora mientras la policía alemana iniciaba una búsqueda para identificar su origen.
Incidentes similares han ocurrido recientemente en Dinamarca, Noruega, Polonia, Rumanía y Estonia, algunos de los cuales han sido atribuidos a Rusia, que rechaza las acusaciones. Las autoridades europeas temen que este tipo de incursiones sean parte de una estrategia de “guerra híbrida”, capaz de interrumpir la vida cotidiana y la economía con pocos recursos y sin necesidad de recurrir a misiles.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que estas acciones muestran la intención de Moscú de escalar su agresión más allá de Ucrania, mientras Alemania y Dinamarca han declarado estar en máxima alerta. El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, subrayó la necesidad de encontrar nuevas respuestas a esta amenaza, incluida la posibilidad de derribar drones que violen el espacio aéreo crítico.
En respuesta, los 27 Estados miembros de la Unión Europea debatieron en Copenhague la creación de un “muro antidrones” y Estados Unidos anunció el envío de sistemas de defensa aérea contra drones a Dinamarca. La OTAN, por su parte, confirmó que ha intensificado la vigilancia en el Báltico tras estas intrusiones.
Este incidente subraya la vulnerabilidad de la infraestructura civil europea frente a ataques híbridos y la creciente importancia de la cooperación tecnológica y de inteligencia entre los países del continente para garantizar la seguridad del espacio aéreo.
