El Ministerio de Comercio de China ha intensificado sus controles sobre la exportación de tierras raras y tecnologías relacionadas, citando preocupaciones de seguridad nacional. Esta decisión llega justo antes del esperado encuentro en Corea del Sur entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.
China ha ampliado las restricciones introducidas en abril, exigiendo a los exportadores designados en el extranjero una licencia específica para vender estos artículos fuera del país. El Ministerio ha destacado que «no se aprobarán las solicitudes de exportación a usuarios militares extranjeros» ni aquellas destinadas a fines terroristas o militares. Sin embargo, las exportaciones con fines de investigación y desarrollo, como la producción de chips avanzados y materiales para semiconductores, se evaluarán individualmente.
El contexto global de la medida
Un portavoz del ministerio ha argumentado que los controles sobre las tierras raras son una práctica común en el ámbito internacional. China afirma que algunas entidades han utilizado estos recursos en aplicaciones militares sin control, lo cual representa una amenaza a la seguridad y estabilidad internacional.
Esta acción busca «salvaguardar mejor la seguridad e intereses nacionales» de China y alinea sus prácticas con obligaciones internacionales, incluyendo la no proliferación.
El funcionario también señaló que el alcance de los artículos controlados se mantiene limitado e indicó que se facilitarán las licencias para exportaciones en campos humanitarios, como emergencias médicas y desastres naturales. China está comprometida a fomentar el diálogo y la cooperación internacional para asegurar el comercio conforme a la normativa internacional y mantener la estabilidad de las cadenas de suministro globales.
Repercusión en las relaciones comerciales
Las tierras raras son elementos cruciales en las conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos. La decisión de implementar estos controles podría influir en las futuras discusiones durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará del 31 de octubre al 1 de noviembre.
El refuerzo de las restricciones subraya la importancia estratégica de estos recursos en la política internacional y pone de manifiesto las tensiones existentes entre las dos mayores economías del mundo.
