La sostenibilidad y la economía circular han transformado los mecanismos de gestión de los residuos en el ámbito empresarial. Las decisiones en materia medioambiental han escalado hasta los consejos de administración, por lo que las compañías están obligadas a buscar socios fiables y con trayectoria contrastada en este ámbito. Esta responsabilidad es compartida, además, entre la empresa y su red de socios y/o colaboradores.
ECOLEC Waste Hub, una firma líder en la prestación de prestar servicios medioambientales en el ámbito de la Responsabilidad Ampliada del Productor para diferentes flujos de residuos, nació con la misión de garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los productores de forma eficiente y asegurando la completa trazabilidad y control de los residuos. Analizamos esta iniciativa y sus implicaciones para la responsabilidad empresarial junto a Luis Moreno, director general de ECOLEC Waste Hub.
España se ha marcado objetivos muy ambiciosos en materia de economía circular. ¿En qué punto cree que estamos respecto a otros países europeos en reciclaje de aparatos electrónicos?
En nuestro caso, el de Fundación ECOLEC, en 2024, si representara la totalidad del mercado, nos situaríamos en casi 11 kg por habitante (kg/hab) de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos gestionados, en línea con la media de los países de nuestro entorno, según la última estadística publicada por Eurostat.
Cuando hablamos de gestión de residuos electrónicos, ¿cuál diría que es hoy el gran reto que afronta el sector?
El reto principal es adecuar el cumplimiento normativo, cada vez más exigente, con la eficiencia en la gestión de estos residuos. El sector de aparatos eléctricos y electrónicos es muy competitivo y los márgenes son más estrechos: nuestros clientes nos demandan eficiencia para que el cumplimiento de sus obligaciones en materia de responsabilidad ampliada del productor no incremente de forma desproporcionada su escandallo de costes.
¿Cómo está impactando el crecimiento de tecnologías como las energías renovables y la movilidad eléctrica en su actividad?
Como no puede ser de otra manera, en primer lugar, incrementando la puesta en el mercado de este tipo de tecnologías y productos. Por ejemplo, en el ámbito de los paneles fotovoltaicos, se ha pasado de poner en el mercado casi 450.000 toneladas de estos productos en 2022, a poner en 2024 cerca de 780.000 toneladas.
Ello conlleva un incremento en la generación de los residuos de estos productos, si bien ahora esto no aplica por tener estos productos una vida útil larga; el impacto real lo tendremos dentro de 15 o 20 años, cuando llegue el final de su vida útil.
Respecto a la movilidad eléctrica, recientemente se ha aprobado por parte del Consejo Europeo un nuevo Reglamento, de obligado cumplimiento para todos los países miembros de la UE, que regula todo el ciclo de vida de las pilas, acumuladores y baterías, desde su producción hasta su reutilización y reciclado, para garantizar que sean seguras, sostenibles y competitivas.
Sobre su ámbito de aplicación, además de a las pilas y baterías portátiles, industriales y de automoción, también afecta a las baterías de los medios de transporte ligeros, por ejemplo, las bicicletas eléctricas, los ciclomotores eléctricos o los patinetes eléctricos. Este reglamento europeo es una muestra de la apuesta clara de la UE por la sostenibilidad y el aprovechamiento de recursos valiosos para evitar la excesiva dependencia de terceros países en el suministro de materias primas fundamentales para la fabricación de bienes de consumo y de equipo.
La normativa es cada vez más exigente para los productores. ¿Qué apoyo concreto ofrece Ecolec a las empresas para que cumplan con estas obligaciones sin perder competitividad?
El cumplimiento normativo es uno de los valores que inspiran nuestra acción. El apoyo que prestamos a los fabricantes, una vez se incorporan a cualquiera de los tres sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor que gestionados desde ECOLEC Waste Hub, comprende desde la orientación en las declaraciones periódicas de puesta en el mercado, que han de realizar a los registros oficiales, hasta la recogida y gestión de los residuos, tanto generados por su actividad como por sus clientes, principalmente, distribuidores de aparatos eléctricos y electrónicos, pasando por el soporte y guía en la elaboración de los planes periódicos de prevención y ecodiseño.
¿Cree que la normativa podría mejorarse para facilitar el trabajo de las empresas?
En los últimos años, estamos viviendo un ingente número de cambios normativos en el ámbito medioambiental, lo cual, entre otros efectos negativos, está generando cierta inseguridad jurídica.
Hace un par de años, el Banco de España publicó un estudio sobre los efectos económicos generados por la complejidad normativa. Una de las conclusiones de ese estudio era que elevar la regulación un 10% suponía recortar el empleo en las plantillas de PYMES de menos de diez trabajadores un 0,5%.
Si queremos un cumplimiento de los objetivos ecológicos y una correcta gestión medioambiental de los residuos que generamos, tenemos que adecuar la normativa a nuestro tejido social y empresarial y no poner trabas a las pymes. Estas compañías quieren actuar conforme a Derecho, con normativas complejas, las cuales, además, tienden a incrementar la litigiosidad y a ralentizar el funcionamiento de la Justicia.
El tejido productivo, independientemente de su tamaño, tiene que dedicar recursos al desarrollo de su actividad y no verse obligado a dotar partidas presupuestarias a minimizar riesgos burocráticos y jurídicos.
Muchas compañías ya no solo se conforman con cumplir la normativa, quieren demostrar compromiso real con la sostenibilidad. ¿Detectan esa tendencia entre las empresas que colaboran con ECOLEC?
Sí, desde el comienzo de nuestra actividad en 2004: todas las empresas que forman parte del Patronato de Fundación ECOLEC están comprometidas con el cumplimiento normativo más allá de los objetivos mínimos que establece la normativa. Sobre todo, en aquellos tipos de residuos que tienen un potencial contaminante mayor, como puede ser el caso de los frigoríficos y congeladores, por los aceites y gases que contienen sus circuitos de refrigeración.
El papel de la ciudadanía es clave para la recogida separada de residuos. ¿Qué iniciativas impulsa Ecolec para concienciar a los consumidores sobre la importancia del reciclaje de electrónicos y pilas usadas?
Sin duda, somos los ciudadanos y los consumidores los que ponemos en marcha los mecanismos para llevar a cabo una correcta gestión de los residuos. Para ello, desde 2017 en ECOLEC desarrollamos nuestra estrategia de comunicación #GO para concienciar a los diferentes agentes del ciclo de vida del producto sobre la necesidad de una correcta gestión de los residuos una vez se generan.
Así, por ejemplo, con el programa #GreenShop, distinguimos los puntos de venta de electrodomésticos que están más comprometidos con el reciclaje de los residuos electrónicos y visibilizamos su labor ante la ciudadanía, dotándoles de los instrumentos necesarios para que cumplan con sus obligaciones medioambientales y acercando y facilitando a la ciudadanía y consumidores puntos en los que desechar correctamente sus pequeños electrodomésticos al final de su vida útil.
Ustedes publican datos de gestión detallados por provincias. ¿Qué efecto tiene esa transparencia en la confianza de empresas, administraciones y también de la sociedad en general?
Desde 2022 es una de las obligaciones que fija la normativa en materia de residuos a los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor, si bien la transparencia es uno de los valores que guían nuestra actividad desde una década antes, es decir, desde 2012. Desde entonces, además del cumplimiento y la eficiencia, la transparencia marca nuestra actividad.
Cumpliendo con el mandato legal, venimos publicando los resultados obtenidos en materia de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos por cada una de las fracciones en las que se categorizan estos residuos, por provincia y por comunidad autónoma, cerca de un millar de indicadores.
Esta labor de transparencia nos genera un retorno positivo, tanto en la relación de confianza que generamos con nuestros clientes, como a través del eco que se hacen los medios de comunicación de los resultados que difundimos, amplificando el mensaje a la ciudadanía en relación con la necesidad de llevar a cabo una correcta gestión de los residuos para cuidar y mejorar nuestro entorno.
Si mira hacia adelante, ¿cómo imagina a ECOLEC dentro de diez años? ¿Cuál cree que será su papel en la transición hacia una economía plenamente circular?
Imagino a ECOLEC Waste Hub como un punto de conexión en materia de cumplimiento de la responsabilidad ampliada del productor para varios flujos de residuos que es útil a sus clientes, a los fabricantes de diferentes bienes de consumo, prestando un servicio eficiente e integral en este ámbito.
Una organización, en definitiva, que sirve de nexo, de conector, para todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de diferentes bienes de consumo, fabricantes, distribuidores, gestores de residuos, administraciones públicas y ciudadanos y consumidores; una organización en la que encuentren un aliado para mejorar la correcta gestión de los residuos y así ayudar a conservar nuestro medio ambiente.
Por último, me gustaría preguntarle por el liderazgo. En un sector tan regulado y cambiante como este, ¿qué cualidades considera esenciales para dirigir una organización como ECOLEC?
Empatía y capacidad de escucha activa para saber qué necesitan los diferentes agentes con los que nos relacionamos para llevar a cabo nuestro cometido. Actualización permanente de conocimientos, tanto legales como técnicos para garantizar un servicio que cumpla con las obligaciones en materia de gestión de residuos y que, a la vez, no pierda de vista la eficiencia.
Gestión de las personas: junto con la tecnología y los sistemas de información, el activo más importante para llevar a cabo nuestra misión para con nuestros clientes y la Sociedad.

