La crítica situación que enfrenta la producción de aceituna manzanilla cacereña en Extremadura ha motivado a La Unión Extremadura a instar la implementación de ayudas excepcionales. Estiman que las pérdidas superan los 27 millones de euros, afectando gravemente a los productores. La organización agraria ha solicitado la modificación del Reglamento (UE) 2024/3242, que regula las ayudas para desastres naturales, para incluir sectores perjudicados por la sequía desde junio de este año.
Durante una rueda de prensa, Luis Cortés, secretario técnico de La Unión, destacó que la escasez de lluvias ha impedido el desarrollo normal de la aceituna de mesa, lo que obliga a los agricultores a destinar la cosecha al aceite, a pesar de las pérdidas significativas debido al bajo rendimiento de la variedad manzanilla cacereña. Cortés recalcó que es el tercer año consecutivo de sequía, con pérdidas que superan el 70% de la producción en una superficie de 55,000 hectáreas, lo que representa más de 52 millones de kilos de aceitunas perdidos, particularmente en el norte de Extremadura y Tierra de Barros.
La Unión Extremadura urge a la Junta y la Asamblea a aprobar un Decreto-ley para otorgar ayudas directas a los damnificados
El impacto de la sequía trasciende los problemas económicos de los productores, amenazando además el equilibrio social y medioambiental de la región. El cultivo del olivar es vital para evitar la despoblación y asegurar el empleo en muchas comarcas de Extremadura. Asimismo, cumple un rol crucial en el control de los incendios forestales, proporcionando un amortiguador natural contra este tipo de desastres. Ante esta alarmante situación, se busca que las ayudas permitan mantener las explotaciones y evitar el abandono del campo.
