El 43% de los activos gestionados en España han adoptado criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), sumando un total de 238.244 millones de euros al finalizar 2024. Esta cifra, extraída del informe anual de Spainsif, presentado en su evento anual, evidencia que las finanzas sostenibles en España han alcanzado una fase de maduración. Sin embargo, enfrentan aún retos estructurales relacionados con la medición del impacto real, la estandarización y calidad de los datos, así como la preparación del inversor minorista frente al test de idoneidad.
El uso de la implicación y el voto se consolida como herramienta fundamental en la gestión ASG, destacando aspectos como el clima, la biodiversidad, los derechos laborales y la igualdad de género.
Revisión regulatoria y sostenibilidad
En la bienvenida institucional, Pablo Esteban, subdirector general de Spainsif, destacó:
nos encontramos en un momento decisivo de revisión regulatoria, incertidumbre geopolítica y presión social, cada vez más exigente, pero también más madura, más técnica y más colaborativa
. En este contexto, subrayó la importancia de la interoperabilidad internacional de los marcos de sostenibilidad para fomentar la coherencia, comparabilidad y confianza en el sistema. Spainsif se posiciona como un punto de encuentro ‘multistakeholder’ que conecta teoría, práctica y regulación.
Por su parte, Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, señaló que
solo con marcos interoperables y comparables que proporcionen datos de calidad de un gran número de empresas podremos generar la confianza necesaria para que la sostenibilidad sea un pilar estructural del mercado financiero
. Resaltó que la coherencia entre regulación, medición de impacto y educación del inversor son clave para la evolución del ecosistema español de finanzas sostenibles.
Debates sobre el futuro de las finanzas sostenibles
Una mesa redonda discutió sobre aspectos esenciales para el futuro de las finanzas sostenibles, como la implicación con compañías y la transición energética, las cuales pueden aportar valor tangible a los inversores. Se abordó también la necesidad de mejorar la valoración de los riesgos climáticos y la evolución de la sostenibilidad en la deuda en los mercados internacionales.
Otra mesa examinó las estrategias de inversión sostenible en industrias y regiones controvertidas, incluyendo la industria de defensa y armamento. Se destacaron tendencias avanzadas de ejercicio de la propiedad activa, como el ‘Split Stewardship’, y se subrayaron temáticas de inversión cruciales, tales como el clima, la biodiversidad, y los derechos humanos y laborales.
A nivel organizacional, se enfatizó la importancia de integrar las cuestiones ASG en las entidades, en un contexto donde la competitividad juega un rol esencial en los debates sobre simplificación regulatoria.
Finalmente, Ana Puente Pérez, subdirectora general de Finanzas Sostenibles y Digitales en la Secretaría General del Tesoro, resaltó la importancia de fortalecer la resiliencia y competitividad de las empresas, en especial las pymes, para enfrentar los riesgos climáticos y medioambientales. Puente Pérez afirmó que el Consejo de Finanzas Sostenibles trabaja para proporcionar el apoyo necesario a las empresas, asegurando su acceso a los recursos financieros esenciales para las inversiones vinculadas a la transformación ecológica y climática.
