En una demostración de descontento creciente, entre quinientos y mil trabajadores públicos se congregaron este jueves frente al Ministerio de Función Pública en Madrid. Convocados por los sindicatos CCOO, UGT y CSIF, los manifestantes exigen mejores condiciones laborales y un nuevo acuerdo salarial. Esta movilización es parte de una campaña de acciones ascendentes en toda España.
«Este ninguneo no se puede soportar», declaró Lucho Palazzo, coordinador del Área Pública de CCOO, al comenzar las protestas. Junto a él, Miguel Borra, presidente de CSIF, e Isabel Araque, secretaria general de UGT Servicios Públicos, apoyaron firmemente la reclamación de que la falta de Presupuestos Generales no debería ser una «excusa» para evitar la negociación de un nuevo acuerdo salarial.
Araque expresó: «Hoy puede ser el principio de un acuerdo o de una huelga», mientras que Palazzo criticó la contradicción entre afirmar que España «va como un tiro» y mantener congelados los salarios de los empleados públicos. Por su parte, Borra destacó que el Gobierno adeuda ya 2.000 millones de euros este año a los funcionarios y subrayó que en los últimos tres años los trabajadores han perdido 8,5 puntos de poder adquisitivo, mientras el IPC sigue en aumento.
«Nos tienen abandonados», lamentó Borra, exigiendo el desbloqueo inmediato de la mesa de diálogo social para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores públicos.
