La IA ha llegado a un punto de inflexión y su máximo exponente ya refleja el impacto. Se trata de ChatGPT, el modelo de inteligencia artificial de OpenAI, cuyo furor está empezando a reducirse, según muestran los datos de las últimas semanas.
A nivel mundial, la tasa de crecimiento de descargas de la aplicación en móviles ha disminuido un 8%, según el informe de Apptopia. Estos datos no reflejan el número total de instalaciones, que sigue siendo elevado con millones de descargas diarias.
El análisis también señala que, en Estados Unidos, el tiempo promedio que los usuarios pasan en la app ha caído un 22,5% desde julio, y las sesiones promedio por usuario han disminuido un 20,7%. Esto muestra que los usuarios estadounidenses abren menos veces la aplicación y le dedican menos tiempo. Es decir, si a mediados de julio el tiempo medio de uso era de 27 minutos, el 10 de octubre, tal y como refleja la gráfica aportada por Apptopia, la media descendía hasta los 22 minutos.
En Europa, Deutsche Bank ya ha detectado señales similares, que indicaban el estancamiento de la IA y de los ingresos de OpenAI tras meses de subidas.
Un sector altamente competitivo
Según publica TechCrunch, esta desaceleración que sufre OpenAI se debe al aumento de la competencia y a características propias del funcionamiento interno de ChatGPT.
La IA de Google, Gemini, se ha convertido en una alternativa para los usuarios. Y aunque el tiempo promedio de uso y las sesiones promedio por usuario ya estaban a la baja, estas se acentuaron con la irrupción de Gemini en septiembre. El lanzamiento del nuevo modelo de Google de edición de imágenes con IA (Nano Banana) llevó a Gemini a los primeros puestos de descargas.
Nano Banana: la nueva IA de Google que revoluciona la edición de imágenes en segundos
Más allá de la competencia, Apptopia señala que este descenso también se debe a que la fase de experimentación con la app ha terminado, y ahora está integrada en la rutina diaria de los usuarios: se usa solo cuando se requiere.
También hay que recordar el fiasco que sufrió la compañía en verano, tras el lanzamiento de su nueva versión, GPT-5. Las expectativas estaban altas tras el anuncio de sus mejoras y nuevas capacidades, "del nivel de alguien con un doctorado". Sin embargo, el modelo no atrajo al público, que se quejaba de que daba respuestas cortas e insuficientes y en ocasiones con grandes errores. Sam Altman, CEO de la compañía, se vio obligado a recular, volviendo a los modelos antiguos.
Este descenso también se entiende en el contexto en el que la IA se está volviendo previsible, generando una creciente desilusión entre los usuarios con sus respuestas incorrectas, que lastran su fiabilidad y la confianza.
ChatGPT está buscando nuevas vías de ingreso: está explorando introducir publicidad, quiere monetizar Sora (su generador de vídeo) y ha anunciado su última introducción: contenido erótico. OpenAI dará una subida de tono al permitir "conversaciones para adultos" una vez que se haya establecido la verificación de edad.
Como parte de nuestro principio de 'tratar a los usuarios adultos como adultos', permitiremos aún más, como contenido erótico para adultos verificados
La urgencia de ChatGPT en no perder usuarios se debe al reducido porcentaje que pagan la versión premium. De la estimación de 800 millones de usuarios, solo 40 millones abonan los 20 dólares mensuales que cuesta la suscripción a la versión premium. Es decir, el 95% usa la versión gratuita. Según Financial Times, estos suscriptores aportan el 70% de los ingresos anuales de OpenAI, lo que convierte a ChatGPT en la principal fuente de dinero de la compañía.


