La propietaria de Vodafone España, Zegona, ha obtenido el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales para desbloquear cerca de 1.230 millones de euros. Este capital, anteriormente considerado no distribuible, proviene de la prima de emisión de acciones, según los reportes de la propia compañía y recogidos por Europa Press. Los fondos liberados permitirán a Zegona pagar dividendos, que potencialmente podrían destinarse a amortizar los 900 millones de euros prestados por el grupo Vodafone para la adquisición de su negocio en España, una operación valorada en 5.000 millones de euros.
Esta medida contó con un abrumador apoyo del 99,99% en la junta general de accionistas de Zegona celebrada a finales de septiembre. Aunque aún no se ha decidido cómo se emplearán los nuevos recursos, dichos fondos podrían destinarse a pagar dividendos o recomprar acciones propias dependiendo de las necesidades futuras. Se espera que este tema se clarifique en una futura junta extraordinaria de accionistas que aún no ha sido convocada.
Los planes de Zegona con los fondos liberados
Fuentes del mercado consideran probable que Zegona destine una parte de estas nuevas reservas al reembolso del préstamo de 900 millones de euros al grupo Vodafone. Los términos del acuerdo incluyen 4.100 millones de euros en efectivo y hasta 900 millones de euros en acciones preferentes reembolsables. Estas acciones se amortizarían si se utiliza el dividendo para saldar el préstamo.
En el capital de Zegona, el 69% está compuesto por estas acciones preferentes. Eamonn O’Hare, consejero delegado y presidente de Zegona, ha mantenido su respaldo con un 99% del accionariado a su favor. Al cierre del último año fiscal de la firma, el 31 de marzo de 2025, O’Hare poseía un 4,65% del capital social. Asimismo, los fondos estadounidenses Thornburg Investment Management y Fidelity Investments Limited poseen un 4,5% y un 4,19% respectivamente.
El desbloqueo de estos fondos aviva las expectativas sobre la gestión estratégica de las finanzas de Zegona y sus repercusiones para Vodafone España
