El turismo europeo ha mostrado un notable rendimiento durante los meses de verano, a pesar de los desafíos presentados por el aumento de precios y las olas de calor, según el último informe de la Comisión Europea de Viajes (ETC). De los 34 países que aportaron datos, 30 reflejaron incrementos en llegadas y/o pernoctaciones en comparación con el año anterior. Destinos del sur del Mediterráneo como Malta (+12%), Chipre (+10%), España (+4%) y Portugal (+2%) han destacado, reafirmando que el turismo de sol y playa sigue siendo clave para la región.
El atractivo del norte de Europa y la competitividad en precios
El interés por el norte de Europa se mantuvo elevado, con Noruega (+14%) e Islandia (+3%) atrayendo turistas en busca de naturaleza y temperaturas más frescas. Finlandia (+14%), Letonia (+7%) y Estonia (+4%) también experimentaron incrementos significativos. Polonia (+13%) y Hungría (+9%) continuaron beneficiándose de su alta competitividad de precios.
En contraste, algunos destinos como Alemania (-2%) y Turquía (-1%) enfrentaron ligeros descensos debido a factores como los costes crecientes. «En conjunto, estos resultados subrayan la resiliencia y la diversidad regional del panorama turístico europeo», destacó la ETC. El presidente del organismo, Miguel Sanz, afirmó que este verano volvió a confirmar el interés por viajar a Europa, incluso ante adversidades económicas y climáticas.
Nuevas tendencias en los hábitos de consumo
Las inclemencias del tiempo y las limitaciones de capacidad afectaron a muchos viajeros y se hicieron notar en conversaciones sobre viajes online. El informe indica que el 28% de los turistas de ocho mercados emisores clave planea modificar sus horarios de viaje para evitar aglomeraciones, ahorrar dinero y escapar del calor extremo. Además, los viajeros están utilizando más herramientas digitales para tomar decisiones informadas.
La adopción de la inteligencia artificial en la planificación de viajes ha aumentado del 10% el año pasado al 18% en 2025
Un crecimiento impulsado principalmente por la generación z y los millennial. La relación calidad-precio sigue siendo vital, afectando la demanda de viajes, con precios todavía elevados respecto a los niveles prepandemia. La competencia entre destinos se ha intensificado, favoreciendo a países como Polonia, Hungría y Eslovenia, que ofrecen alternativas asequibles con experiencias similares.
Por otro lado, los viajes desde mercados lejanos continúan en alza. Japón mostró un aumento interanual del 24%, mientras que China registró un alza del 21%, ambos impulsados por mejoras en la conectividad aérea. Sin embargo, más de tres cuartas partes de los destinos aún se mantienen por debajo de los niveles de volumen previos a la pandemia. Comparativamente, los viajes desde Estados Unidos crecieron un 5% interanual, con un incremento acumulado del 35% sobre los niveles de 2019.
La continua recuperación de Asia y la demanda estable de Estados Unidos ponen de manifiesto el atractivo global que Europa mantiene
De cara a 2026, el informe prevé un incremento del 6,8% en la llegada de turistas internacionales a Europa. Este crecimiento estará impulsado por la recuperación sostenida de los mercados de larga distancia, con especial mención al Asia-Pacífico, a pesar de la ralentización económica global. Las perspectivas permanecen optimistas gracias a que los viajeros siguen priorizando las vacaciones en sus presupuestos y aprovechan la tecnología para encontrar mejores precios y fechas.
