El Instituto Santalucía ha lanzado una señal de alerta sobre cómo el envejecimiento poblacional y la baja natalidad están afectando la productividad y exigen un replanteamiento del empleo y la innovación en España. Este análisis se detalla en el informe «Demografía y productividad: cómo el envejecimiento de la población condiciona el crecimiento económico», elaborado por Juan Francisco Jimeno del Banco de España.
El estudio concluye que, debido a la disminución de la natalidad y el aumento de la longevidad, se está reduciendo el número de personas en edad laboral, a la vez que aumenta la edad media de la fuerza de trabajo. Este «doble fenómeno» representa un desafío para el crecimiento económico, afectando directamente la productividad, la innovación y el relevo generacional en el país.
El informe descompone el crecimiento del PIB per cápita en tres elementos: productividad por hora trabajada, horas trabajadas por empleado y la proporción de empleados sobre la población total. Se ha descubierto que la demografía afecta especialmente a esta última, haciendo que el «dividendo demográfico» pase de positivo a negativo.
Entre 1996 y 2023, la proporción de empleados sobre la población aportó 1,06 puntos porcentuales al crecimiento medio anual del PIB per cápita del 1,59%.
Con el cambio demográfico previsto, se espera que este factor impacte negativamente, con una proyección de -0,7 puntos de media anual entre 2025 y 2050. Para contrarrestar este efecto y mantener un crecimiento similar al del pasado, sería necesario un incremento en la productividad de 1,4 puntos.
La importancia de la inmigración y la tecnología
El instituto también señala la reducción de nuevos jóvenes en el mercado laboral frente al retiro de las generaciones del «baby boom», lo que está incrementando las jubilaciones y generando dificultades en el relevo generacional, especialmente en sectores intensivos en conocimiento e I+D. Los datos muestran plantillas envejecidas, con un aumento constante de empleados mayores de 50 años, lo que impacta negativamente en la productividad según el conocido «efecto composición».
El estudio también menciona cómo la transformación tecnológica interactúa con la demografía, ya que la automatización puede impulsar cambios en la demanda laboral. La inmigración se identifica como una solución clave para rejuvenecer la población activa. Sin embargo, para que la inmigración incremente la productividad en el largo plazo, se debe asegurar una integración laboral plena y efectiva del talento extranjero.
La integración laboral plena es determinante para que la inmigración aporte productividad y empleo en el largo plazo.
Finalmente, el informe subraya la importancia de fomentar la complementariedad entre generaciones dentro de las empresas mediante programas de mentoría bidireccional, planificación de la rotación y jubilación flexible, para sostener la productividad en entornos cambiantes.
