España se enfrenta a un desafío monumental en su lucha contra el cambio climático, con necesidades de inversión estimadas en 104.000 millones de euros durante la próxima década. Esta cifra, divulgada por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) y Typsa, está destinada a abordar las demandas de agua causadas por las sequías y reducir los efectos de las inundaciones. El informe «Estrategia e inversiones para la eficiencia y resiliencia hídrica en España» destaca la urgencia de actuar para contrarrestar la variabilidad de precipitaciones y temperaturas.
El informe detalla la necesidad de una inversión de 84.644 millones de euros para afrontar la escasez de agua, incluyendo 59.183 millones para infraestructuras urbanas del ciclo del agua, alineándose con las directivas europeas. También se requiere una expansión en desalación y reutilización en las cuencas mediterráneas por un total de 10.933 millones. Se identifican necesidades adicionales de inversión en nuevos trasvases, presas y conocimiento del ciclo del agua.
Por otra parte, el estudio puntualiza una inversión de 19.180 millones de euros destinada a reducir el riesgo de inundaciones. Las medidas incluyen sistemas de drenaje urbano sostenible y tanques de tormenta, además de la modernización de presas y la conservación de cauces y litorales.
La fragmentada gestión de competencias ha generado ineficiencias notables en la planificación hídrica
Actualmente, la infraestructura hidráulica está regida por la Directiva Marco del Agua del año 2000, que exige planes hidrológicos y de prevención del riesgo de inundaciones cada seis años. Sin embargo, la ejecución de estas inversiones ha sido limitada, con solo el 30% de los Planes Hidrológicos de Cuenca implementados en el último ciclo.
El reciente fenómeno climático de la dana de octubre de 2024 ha puesto de relieve la necesidad urgente de un enfoque más integral en la planificación y financiamiento de infraestructuras hídricas, destacando también la creciente frecuencia de sequías que afectan sectores clave de la economía como la agricultura y el turismo, así como las nuevas industrias emergentes. Según Julián Núñez, presidente de Seopan, este desafío exige una acción inmediata para asegurar el futuro hídrico de España.


