Un reciente estudio, titulado «Modelos de bancarización de la población con menos ingresos», elaborado por Funcas en colaboración con la consultora VML-The Cocktail, ha revelado que el 43% de la población con menores ingresos en España ha sido rechazada por entidades financieras al solicitar productos financieros. Esta negativa a menudo acaba reforzando la exclusión financiera, afectando tanto a la confianza como a la satisfacción de los afectados con el sistema financiero.
El informe indica que la denegación se centra principalmente en el acceso al crédito, afectando al 70% de las solicitudes. Destacan entre los productos más rechazados los préstamos personales (32%), las tarjetas de crédito (22%) y las hipotecas (20%). Según Funcas, esta cautela por parte de las instituciones financieras se debe a «percepciones de riesgo elevado o a la falta de garantías suficientes», pero esta situación coloca a las personas de menores ingresos en situaciones complicadas, ya que limita sus oportunidades de mejorar sus condiciones habitacionales o su estabilidad económica.
Este rechazo no se limita solo al crédito. También afecta a productos financieros básicos como tarjetas de débito (13%) y cuentas de ahorro y corrientes (10%). Funcas advierte sobre la necesidad de que las entidades financieras adopten medidas para promover un acceso equitativo y reducir las brechas de desigualdad económica.
Es necesario que las entidades financieras adopten medidas que promuevan un acceso equitativo a los productos financieros, contribuyendo así a reducir las brechas de desigualdad económica
El estudio, respaldado en una muestra de 1.003 individuos, resalta que la población con menos ingresos tiene particularidades sociodemográficas específicas, como una mayor proporción de jóvenes, población extranjera y menores niveles educativos. Estas características impactan su relación con el sistema financiero, limitando su conocimiento sobre productos disponibles y exponiéndolos a mayores riesgos.
A pesar de que el 94% de este segmento está bancarizado, tienen un acceso limitado a productos más allá de lo básico. La educación financiera en este grupo es escasa, con solo un 11% alcanzando niveles de competencia elevados y un 37% en niveles bajos.
El análisis también resalta que un 44% detecta barreras para acceder al sistema financiero, siendo las altas comisiones uno de los principales inconvenientes (31%). Esta población demanda productos accesibles, como cuentas sin comisiones (47%) y opciones de ahorro más flexibles (39%).
En el caso de la población extranjera, se enfrentan a más dificultades, con tasas más altas de no bancarización y dependencia de redes informales para sus necesidades financieras. Un 35% de los extranjeros mantiene relaciones bancarias fuera de España, resaltando la importancia de los vínculos financieros transnacionales. Funcas subraya la necesidad de diseñar soluciones inclusivas adaptadas a estas necesidades.
Su limitada capacidad de ahorro y acceso restringido a canales formales agravan esta situación, les obliga a depender de alternativas menos favorables y consolida su vulnerabilidad financiera


