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¿Qué es la 'nuda propiedad'?

La 'nuda propiedad' ofrece a los propietarios la posibilidad de obtener dinero por su vivienda sin renunciar a vivir en ella

¿Qué es la 'nuda propiedad'?
Por Alejandra Loureiro

La 'nuda propiedad' se ha convertido en una alternativa cada vez más presente en el mercado inmobiliario, especialmente para quienes necesitan obtener liquidez sin renunciar a su vivienda. Aunque todavía es una figura desconocida para muchos, su presencia en búsquedas, consultas legales y conversaciones financieras va en aumento. De ahí que se haya convertido en uno de los términos más buscados durante este 2025. Entender en qué consiste y qué implicaciones tiene es clave para valorar si es una opción adecuada para cada uno de nosotros. 

Cuando se habla de la propiedad de una casa, la idea general consiste en que existe un derecho absoluto sobre el inmueble. Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, el llamado 'pleno dominio' se compone de dos derechos diferentes. Por un lado, la ‘nuda propiedad’, que otorga la pertenencia del bien, es decir, el título de la propiedad. Por otro lado, el ‘usufructo’, que es lo que da derecho al uso o disfrute del bien, ya sea de manera temporal o vitalicia.  A la hora de comprar un inmueble, lo normal es que ambos derechos recaigan en el comprador. Pero en determinadas operaciones, como en la venta de la ‘nuda propiedad’, pueden separarse. 

En este tipo de acuerdos, el propietario de la vivienda vende la ‘nuda propiedad’, pero conserva un usufructo vitalicio que le permite seguir viviendo en la vivienda hasta su fallecimiento. De este modo, el vendedor obtiene liquidez inmediata sin perder su hogar. Este mecanismo resulta especialmente interesante para personas mayores que han concentrado la mayor parte de su ahorro de toda una vida en su casa y que no quieren o pueden abandonarla, pero sí necesitan un ingreso extra. 

Este perfil de vendedor –mayores, a menudo sin descendencia, y con el 100% de su patrimonio centrado en un inmueble– es el más habitual según las agencias. Para ellos, vender la ‘nuda propiedad’ supone una vía para transformar una vivienda inmovilizada en recursos económicos disponibles, sin la inseguridad que supone desprenderse de su domicilio. 

En el lado del comprador, predominan inversores que buscan rentabilidad a largo plazo. La ‘nuda propiedad’ es un tipo de activo que, aunque no reporta beneficios inmediatos, garantiza un retorno futuro: el pleno dominio de la vivienda cuando finalice el usufructo del vendedor. Esta perspectiva, unida a un precio de compra normalmente inferior al valor de mercado, es lo que hace atractivo a este tipo de operaciones.  

A la hora de formalizar la compraventa, existen normalmente dos tipos de modalidades. En una, el vendedor mantiene el usufructo hasta su fallecimiento, pero paga una renta mensual al comprador mientras viva. En la otra, el comprador recibe un pago único reducido, calculado en función de la esperanza de vida. En ambos casos, el vendedor mantiene el derecho de seguir viviendo en el inmueble e incluso puede alquilarlo o ceder su uso a terceros –este tipo de acuerdos serán vigentes hasta el fallecimiento del usufructuario–. 

Aunque puede parecer una operación ventajosa para ambas partes, es una transacción más compleja que una compraventa tradicional. Por eso, es importante asesorarse con profesionales especializados y aclarar cualquier duda que nos pueda surgir.

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