Zegona, la firma de inversión británica, ha anunciado un dividendo extraordinario de 1.400 millones de euros que se abonará el próximo 7 de enero. Este dividendo se utilizará, entre otras cosas, para saldar un préstamo de 900 millones de euros con Vodafone, financiando parte de la compra del negocio de telecomunicaciones en España, una operación valorada en 5.000 millones de euros realizada el año pasado.
Para cubrir el total de la deuda con Vodafone, Zegona destinará 975 millones de euros, desglosados en 900 millones correspondiendo al principal del crédito y 75 millones a intereses. A través de esta operación, las acciones preferentes reembolsables que se emitieron para Vodafone se amortizarán, lo que llevará a una reducción significativa del 69% en las acciones ordinarias de Zegona, pasando de 759 a 236 millones. Esta reducción impactará en los títulos en circulación, concentrando su valor en el mercado.
El dividendo extraordinario también proporcionará un pago prorrateado de 440 millones de euros a otros accionistas ordinarios. En adición, la firma ha planificado un programa de recompra de acciones valorado en 200 millones de euros, como parte de una estrategia para retribuir un total de 1.600 millones de euros a sus accionistas y reducir su deuda en 200 millones de euros, utilizando fondos de la venta parcial de sus ‘fibercos’.
Recientemente, se ha completado la venta del 40% de la ‘joint venture’ de fibra llamada FiberPass, que involucra a Vodafone España y Telefónica, a AXA Investment Managers por 500 millones de euros. Este movimiento deja a Vodafone con un 5% y Telefónica con un 8% de participación restante en FiberPass, distribuyendo ingresos de 400 millones y 100 millones de euros, respectivamente. Además, Vodafone España vendió parte de PremiumFiber, otra ‘fiberco’, al fondo soberano de Singapur, obteniendo 1.400 millones de euros.
Vodafone España ha logrado 1.800 millones de euros con ambas operaciones, una cantidad con la que retribuirá a sus accionistas y reducirá su deuda. En este contexto, se busca consolidar la posición financiera de Vodafone, que actualmente enfrenta un apalancamiento de aproximadamente 3.400 millones de euros, evidenciando un esfuerzo para optimizar su estructura de capital y fortalecer su situación financiera global.
