El Banco de España ha decidido revisar al alza sus previsiones de crecimiento económico para España este año, aumentando tres décimas la proyección del Producto Interior Bruto (PIB) hasta alcanzar el 2,9% en 2023. Asimismo, ha ajustado positivamente sus perspectivas para los años 2026 y 2027, incrementando cuatro décimas y dos décimas, respectivamente, sus pronósticos hasta un 2,2% para 2026 y 1,9% para 2027.
Según el informe trimestral dirigido por José Luis Escrivá, esta revisión de expectativas se debe a la publicación de nuevos datos de la contabilidad nacional que reflejan un mayor dinamismo del sector y a la fortaleza del consumo privado, que ha superado las expectativas. Además, se ha observado un entorno favorable en el sector exterior, especialmente en las exportaciones de servicios no turísticos.
Respecto a la inflación, se anticipa que la tasa promedio alcance el 2,7% en 2025, moderándose hasta el 2,1% en 2026 y el 1,9% en 2027. Las tasas de inflación general han sido revisadas al alza en los últimos pronósticos, en dos y cuatro décimas para 2025 y 2026. En contraste, debido a una reducción prevista en los precios de la energía, la proyección para 2027 se ha reducido en cinco décimas.
De cara al futuro, el Banco de España advierte sobre la incertidumbre relacionada con la evolución de salarios y márgenes empresariales, que podría desencadenar en un escenario de mayor inflación y menor crecimiento del PIB
En el ámbito del empleo, el informe señala una desaceleración en la creación de empleo, con un incremento esperado en 2025 del 2,7%, pero que se reducirá al 2% en 2026 y al 1,4% en 2027. Este ritmo de crecimiento es ligeramente inferior al del PIB, indicando cierta atonía en la productividad por ocupado. Se prevé que la tasa de paro siga disminuyendo hasta alcanzar un 9,6% en 2027.
El déficit también ha sido revisado, con una proyección al alza para 2027, alcanzando el 2,5% del PIB. Esta previsión considera el impacto del aumento salarial de los funcionarios. Sin embargo, gracias al crecimiento del PIB nominal, la ratio de deuda sobre PIB se espera que disminuya, situándose en un 98,3% para 2027.
Además, las recientes oscilaciones en los mercados financieros y las tensiones comerciales globales permanecen como riesgos potenciales para la economía española.


