El precio medio de la vivienda nueva y usada en España ha alcanzado los 2.091 euros por metro cuadrado en el cuarto trimestre de este año, según datos de Tinsa. Esto supone un incremento del 3,5% respecto al trimestre anterior y un destacado 13,1% en relación al año pasado. Este incremento se ha visto favorecido por el dinamismo en áreas de empleo y enclaves turísticos.
El informe de Tinsa prevé que el año cierre con aproximadamente 550.000 transacciones inmobiliarias, de las cuales el 50% estarán financiadas por hipoteca. Esto podría señalar «un escenario de demanda próxima a máximos», indicó Cristina Arias, directora de estudios de Tinsa by Accumin. Para 2026, se anticipa una estabilización de la demanda en niveles actuales, influida por la creación de hogares y otros factores económicos como la moderación de la inflación.
El crecimiento intenso del precio residencial por encima de la inflación durante 2025 comienza a apuntar hacia un leve cambio de tendencia en este indicador
Los tipos de interés de referencia se estiman en torno al 2%, con precios de la vivienda incrementando entre un 5% y 10% en un contexto de escasa oferta. Comparando con años anteriores, 2025 ha visto un incremento medio en el precio de la vivienda del 10,7%, multiplicando por tres el crecimiento del 3,5% observado en 2024.
El aumento de precios no ha sido homogéneo en el territorio español. Comunidades como Madrid (+19,6%), Comunidad Valenciana (+15,9%) y Cantabria (+15,8%) han experimentado mayores subidas, mientras que en Ceuta y Extremadura los incrementos fueron menores, por debajo del 5%. En las capitales provinciales, se ha reportado un fuerte incremento, destacando en Madrid (+20,9%), Valencia (+17,5%) y Palma de Mallorca (+15,3%).
Desde el mínimo registrado en verano de 2015, el precio en España se ha encarecido casi un 63,8%
A pesar del notable aumento de precios, el restablecimiento del poder adquisitivo y la moderación del costo hipotecario han mantenido la tasa de esfuerzo de compra en un razonable 34% de la renta disponible. Sin embargo, es crucial monitorear las futuras tendencias del mercado, ya que el actual crecimiento podría anticipar un cambio en la dinámica de la vivienda en España.

