Virgin, la compañía que lidera el magnate Richard Branson. En el número 158 de Capital que se ha publicado este mes de noviembre hemos podido hablar con el excéntrico empresario, quien nos ha explicado los motivos que le han llevado a desarrollar esta operación, así como el estado de sus relaciones con British. - Usted siempre ha defendido la competencia y ha criticado la creación de grandes monopolios como el que van a formar ahora American y United. Sin embargo, ahora no ha tenido reparos en unirse a Delta Airlines para crear un conglomerado mucho más grande. Hemos tenido que hacerlo para sobrevivir. Ahora se permite la alianza de American con US Airways, pero hace unos meses vimos cómo se permitió que British Airways y American también llegaran a un acuerdo de colaboración en One World. De este modo, se transmitió una imagen de que puedes volar en una empresa como Virgin -que solo hace vuelos transatlánticos- o puedes volar con ellos y el resto de compañías del grupo por todo Estados Unidos y toda Europa con importantes descuentos. Nosotros el año pasado tuvimos pérdidas, y estimamos que para el cierre de 2013 ó 2014 volveremos a beneficios gracias a las operaciones conjuntas que hacemos con Delta. - ¿Por qué le molesta tanto la fusión entre British, Iberia y American? Ese no es el gran problema. Es el gran error de las autoridades que no prohibieron en su momento la fusión entre British Airways e Iberia. Si lo analizas fríamente, es mucho mejor para el público que ambas compañías compitan en Madrid y Barcelona. Pero es algo que deciden los políticos, y no podemos controlarlo. Además no es una decisión que responda a los intereses de Iberia ni a los de British. Esta relación amor-odio es mutua. El consejero delegado de IAG, Willie Walsh, pronostica que en un lustro Virgin será historia, porque Delta habrá absorbido la marca. Su único interés, dice, es adquirir “los slots de Heathrow”. Algo que niega el CEO de Virgin. De hecho, dice estar “deseando dar una patada en el culo a Walsh dentro de cinco años”, que es la fecha en la que el consejero delegado de IAG ha pronosticado la muerte de la compañía. “British Airways, ahora IAG, lleva muchos años expandiendo rumores falsos sobre nosotros. No entiendo que sigan haciéndolo, da la sensación de que no aprenden”, apunta. - En el mundo de la aviación el bajo coste ahora es algo trendy. ¿Está de moda? ¿Viajaría usted de pie en un avión? Sinceramente. Me gusta ir sentado. Salvo que haya una mujer guapa, que sea mi esposa, y esté conmigo en el baño. Solo en ese caso iría de pie en un avión. [risas]
- Le hemos visto vestido de azafata, también de Che Guevara... ¿Qué le diferencia a usted de Michael O’Leary (CEO de Ryanair)?
Mi actitud en la vida es trabajar duro, divertirme e intentar que la gente sonría. Cuando lanzamos un producto lo que quiero es posicionar Virgin en las portadas de todos los periódicos, y si es arrancando una sonrisa, mucho mejor. Si eso implica que salte de un helicóptero, que escale una montaña o cruce el Atlántico en globo, mejor todavía. Eso sí, siempre con Virgin y no con British.
También hemos hablado con Richard Branson sobre la situación económica, los vuelos al espacio. ¡No te lo pierdas! Ya en tu quiosco. ]]>