Así que vemos un aumento del 139% en las compensaciones aéreas.
Factores de este aumento masivo
En primer lugar, podemos encontrar el fallo del Tribunal de Justicia Europea a principios de este año, en el cual se estableció que las huelgas entre el personal de las aerolíneas ya no pueden considerarse como una circunstancia extraordinaria. Las aerolíneas deben responsabilizarse de ellas. Pero las aerolíneas tienen más motivos para preocuparse. Uno de ellos es que, a principios de junio, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo redujo su previsión de beneficios para 2018 en un 12%, culpando al aumento del coste del combustible y de mano de obra. Además, por si esto no fuera suficiente, la industria carece de nuevos pilotos. La escasez ha provocado que muchos aviones permanezcan en tierra, y que los sindicatos alcen sus voces contra el personal con exceso de trabajo. El fenómeno del "exceso de turismo" desafía las capacidades de los aeropuertos. Cada vez más viajeros llevan a ciertos países a una situación extrema, en la que los 10 principales destinos del mundo (que actualmente albergan el 46% de las llegadas internacionales) tendrán que acomodar a 70 millones de turistas más. Si ya ha salido de viaje o tiene planeadas las vacaciones, AirHelp recuerda que los pasajeros tienen derecho a recibir una compensación de hasta 600 euros por persona y trayecto en los vuelos retrasados, cancelados o con denegación de embarque, siempre que el vuelo provenga o aterrice dentro de la Unión Europea con una aerolínea de origen europeo, y la razón de la incidencia esté causada por la aerolínea. Los pasajeros podrán reclamar hasta tres años después a la fecha del percance con su vuelo. Ante situaciones consideradas como "circunstancias extraordinarias", como pueden ser tormentas o emergencias médicas, los pasajeros no tienen derecho a recibir ninguna indemnización, y la aerolínea está exenta de compensar a los pasajeros aéreos. ]]>