Inevitablemente, enero suele ser ese momento en el que empiezas a pensar en todas esas cosas que te apetece hacer a lo largo del año. 12 meses por delante en los que llevar a cabo algunos de los habituales propósitos (apuntarte al gimnasio, mejorar tu inglés, leer más…) pero también hacer realidad, por fin, esos sueños viajeros que todos tenemos.
Por desgracia el 2020 no nos ha permitido viajar todo lo que nos gustaría. De hecho, pasará a la historia por ser el año en el que más tiempo hemos pasado en casa. Por eso, el deseo de la agencia de viajes PANGEA The Travel Store para este nuevo año es poder realizar todos esos viajes que hemos tenido que aplazar o cancelar, volver con más fuerza que nunca y seguir diseñando experiencias únicas para todo tipo de viajeros.
Ver auroras boreales suele ser una de esas experiencias que forman parte de la lista de deseos de cualquiera. No sabemos qué tienen las luces del norte, pero enamoran a todo el que las ve. Y no es para menos.
Hay muchos sitios en los que se puede apreciar este fenómeno natural. Sin embargo, el mejor lugar del mundo para ver la aurora boreal está en Suecia. Allí encontrarás el Parque Nacional de Abisko que está rodeado de cascadas, fiordos y enormes bosques de abedules. Una decoración de cuento. Además, sus cielos habitualmente despejados facilitan la observación.
Otro de los atractivos del viaje a Suecia es, sin duda, alojarse en plena nieve ártica y sentirse como un auténtico sami. Disfrutar el entorno natural, alucinar con la belleza helada del Coliseo de Hielo en el río Torne o ver campar libremente a cientos de renos son algunos de los regalos que nos deja esta aventura única.
Y es que, aunque el principal objetivo del viaje sea cazar auroras, hay muchas otras actividades que se pueden hacer en este destino. Recorrer la nieve sobre un trineo tradicional tirado por huskies, retar a la adrenalina a bordo de una moto de nieve o simplemente disfrutar de la calma observando el paisaje nevado en el corazón de la Laponia Sueca.
Cualquier momento del día es bueno, pero en este rincón del mundo son especialmente recomendables los amaneceres y atardeceres. En esos instantes los cielos se tiñen de rosa y se percibe una luz que solo puede contemplarse en estas latitudes. Los tonos del cielo junto al lago congelado conforman imágenes de una belleza espectacular. Además, el crujir del hielo es el único sonido que se escucha.
Si algo tenemos claro es que una expedición a tierras escandinavas nunca defrauda, así que empieza el año con buen pie preparando ese viaje con el que tanto tiempo llevas soñando. El equipo de asesores expertos de PANGEA te ayudará a hacer realidad todos esos deseos viajeros que la pandemia nos ha impedido disfrutar en 2020.
