La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, entre ellos Rusia, se reúnen hoy en Viena para aprobar una reducción de la producción de más de un millón de barriles diarios, 10 veces lo acordado en su encuentro en septiembre
Los precios del petróleo empezaron este mes de octubre con fuertes alzas, concretamente este lunes ha registrado una subida del 4%. El barril de Brent ha rebasado los 88 dólares otra vez y el West Texas (WTI) norteamericano llega a los 83 dólares el barril. Hoy se reúnen la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, entre los que se incluye Rusia, para anunciar un recorte global de la producción del crudo que multiplica por diez al acordado en el último encuentro celebrado el 5 de septiembre, cuando decidieron recortar la producción conjunta de la alianza en 100.000 barriles diarios.
Reunión inminente de OPEP y Rusia
La OPEP y sus aliados, incluido Rusia, se concentran hoy para considerar seriamente un recorte de la producción de más de un millón de barriles diarios. Así la reunión que se celebra en Viena pretende paliar la nefasta situación que está sufriendo el petróleo en los últimos meses de 2022 debido a los precios desorbitados registrados desde marzo y la actual volatilidad del mercado, además de por unas previsiones de menor crecimiento a nivel mundial. Desde su punto más alto en junio, con unos 120 dólares por barril, los distintos tipos de crudo -Brent, WTI y cesta OPEP- se encuentran entre los 80 y 90 dólares por barril.
Los ministros de los 23 países integrantes de la alianza -13 de la OPEP y 10 aliados- han estado hasta ahora realizando sus reuniones mensualmente a distancia con motivo de la pandemia para analizar la situación del petróleo. El pasado 5 de septiembre, la alianza tomó la decisión de reducir la producción conjunta de la alianza en 100.000 barriles diarios y, hoy, tras muchos encuentros telemáticos, se reúnen por primera vez de forma presencial para aprobar un recorte mucho mayor del acordado semanas atrás.
“El secretariado de la OPEP espera dar la bienvenida a todas las delegaciones ministeriales de nuevo en Viena”, dicta el comunicado de la OPEP. De acuerdo con los analistas, la alianza llevará a cabo esta medida porque teme que la invasión de Ucrania y la crisis geopolítica global se traduzca en una caída de la demanda petrolera y, por consiguiente, de los precios del crudo. Este recorte de un millón de barriles sería el mayor desde las reducciones de 2020, cuando la OPEP+ recortó la producción en cerca de 10 millones de barriles por el parón inminente a causa de la Covid-19.
Consecuencias del fuerte recorte del petróleo
Algunas fuentes filtraron a Reuters que el recorte podría incluso rebasar el millón de barriles por día, y una de ellas sugirió que las rebajas también podrían incluir un recorte voluntario de la producción por parte de Arabia Saudí. Si finalmente la OPEP y sus aliados aprueban este recorte global de la producción del crudo, ¿qué sucedería entonces? Según estadísticas de Bloomberg, la producción de la OPEP podría regresar a los niveles anteriores a los meses de verano.
Esto equivaldría a un estrechamiento considerable de la oferta, pero la demanda podría caer rápidamente si la ralentización económica es cada vez mayor. Un recorte de la producción de estas magnitudes podría ser objeto de críticas de Estados Unidos y otros grandes países consumidores, donde la inflación disparada ha obligado a los bancos centrales a subir los tipos de interés. Además, Europa no pasa por su mejor momento con la crisis energética y la caída récord de la demanda del gas.
Habrá que esperar a cuál será el acuerdo que finalmente sale de la reunión celebrada hoy en la capital austriaca, aunque todo apunta a que la rebaja de la producción de más de un millón de barriles diarios será una realidad, siendo el segundo recorte consecutivo en menos de dos meses. Eso sí, los recortes de la OPEP puede que no sean suficiente para poner freno a las caídas del crudo, sumados al descenso récord de la demanda del gas, una inflación globalizada y una crisis geopolítica que acabará más tarde que pronto.