"La evolución del ADN de las marcas va a ser crucial para adaptarse a una realidad que contempla diferentes vertientes diferenciadas según el nivel de inmersión"
La evolución actual de los negocios está siendo apasionante. Una evolución que, unida a la tecnología, promete tener un impacto igual o superior a la que tuvo en su momento la revolución industrial o la que está teniendo la actual internet. En una era basada en la conectividad y la comunicación, el progreso de tecnologías como el 5G o el futuro 6G, el Blockchain y las criptomonedas abrirán la puerta a nuevas formas de interacción que transformarán los negocios por completo. Y es que la rapidez de las comunicaciones que soportarán estas redes permitirá a las compañías incrementar la calidad de la interacción con sus públicos, llevándola a territorios que los usuarios querrán explorar junto con las marcas y estas tendrán que entender cómo quiere el usuario recorrer ese camino de forma conjunta.
La evolución del ADN de las marcas va a ser crucial para adaptarse a la nueva realidad, una realidad que contempla diferentes vertientes diferenciadas según el nivel de inmersión. La más desarrolladas, la realidad virtual y los entornos 3D, ya es un lienzo en blanco donde usuarios y compañías están descubriendo nuevas facetas de su identidad, que podrán traspasar lo físico, abriéndose nuevas oportunidades de negocio. Oportunidades y entornos que se están testando y evolucionando sobre la base del Gaming, donde se han dado reconocidos éxitos para marcas de moda. Si tenemos en cuenta este contexto, ¿por qué no imaginar una marca de gran consumo que cree una línea de moda para avatares que trascienda más allá de lo digital y que se convierta en una nueva línea de negocio física?
Otros dos pilares de la disrupción tecnológica que ya está aquí y que se irá desarrollando en los próximos años, transformando las transacciones económicas, entre otros aspectos, son el Blockchain y las criptomonedas. Sobre la cadena de bloques no solo se construirán muchos de los universos del llamado internet 3D, sino que también tendrá un peso muy importante en la relación económica y contractual futura en la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, donde se tendrá en cuenta la rapidez, la reducción de costes, la seguridad y la descentralización, con la que las empresas no serán las poseedoras del dato, sino que este quedará registrado en la Blockchain, que es una de las capacidades que ofrece esta tecnología: la posibilidad de trackear cualquier operación.
La adopción de las criptodivisas como medios de pago, o incluso la creación de tokens ligados a una marca, que estén soportados sobre la cadena de bloques y con los que los usuarios puedan realizar transacciones, serán aspectos a los que las marcas deberán enfrentarse más pronto que tarde. Desde el lado de la publicidad, ya existen plataformas de grandes marcas que premian al usuario con su propia moneda o token por aceptar ser impactado por la publicidad. Aunque este modelo no es algo nuevo, lo cierto es que, dada la actual legislación en materia de privacidad y en un mundo sin cookies al que nos dirigimos, este tipo de iniciativas abrirán camino a nuevos modelos con los que las empresas podrán establecer nuevas relaciones con las audiencias.
Todo este panorama nos hace pensar que las tecnologías con las que percibiremos más el cambio serán con la realidad aumentada y mixta. El boom de esta tecnología llegará con las gafas de realidad mixta, con las que se espera que se produzca una evolución del entorno mobile, y con ello un cambio en los hábitos de consumo de información del usuario. Las gafas deberían convertirse en el nuevo hub de comunicación de las personas, el cual interpretará el contexto y compartirá con el usuario la información que resulte más adecuada en función de la necesidad del momento y de sus preferencias, abriéndose un número incalculable de oportunidades de comunicación, y por ende publicitarias, que habrán de regularse con el ánimo de no volver a caer en los errores que se cometieron en el pasado.
En definitiva, la próxima década estará llena de retos a todos los niveles, para los que deberemos estar preparados con el objetivo de acompañar a nuestros clientes en el descubrimiento de los nuevos entornos y su adaptación a ellos.