Jorge Branger: “Parece de locos, pero estaría dispuesto a morir por esto porque el propósito es mayor que yo mismo”
Marta Sol: “Emprender es persistir porque es una montaña rusa”
Guillermo Alén: “Un emprendedor debe tener la fortaleza mental de creer en lo que construye”
Gloria Gubianas: “Los emprendedores sociales somos marcas que luchamos por algo muy bonito”
España suspende en empleo juvenil con muy baja nota. Más allá del discurso simple de que a los jóvenes nos les gusta trabajar, el problema del paro entre los jóvenes en este país es mucho mayor. Para empezar, según datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo juvenil escaló en octubre de 2022 al 31% tras aumentar los jóvenes en paro en 71.400; y, para seguir, la situación no mejora. El porcentaje de jóvenes de entre 16-29 años que no trabajan ni estudian ha crecido un 34% en los últimos dos años.
Asempleo ya advierte sobre el desempleo juvenil: uno de cada cinco parados en España tiene menos de 25 años. De acuerdo con Eurostat, en marzo de este año España duplicaba la media europea de paro juvenil. Somos el país con más personas en edad temprana en desempleo junto a Grecia y Croacia, posicionándonos líderes de hecho. Dentro de estas desoladoras cifras, una buena noticia se asoma: el emprendimiento coge fuerza entre el público juvenil. Acción contra el Hambre refleja que en 2021 se registró un incremento del 12% de personas menores de 30 años interesadas en el emprendimiento.
Es más, estudios como el VII Informe Young Business Talents contemplan que en 2020 el número de jóvenes que querían ser emprendedores superaba ya a los que preferían ser empleados en una compañía. En concreto, el 27% de los participantes aseguró que les gustaría crear su propia empresa y el 8,2% quería ser profesional autónomo. En total, el 35,2% de los jóvenes encuestados manifestaron su intención emprender pese a la emergencia sanitaria que se vivía. La tendencia es creciente, cierto, pero el porcentaje de jóvenes emprendedores en nuestro país registra 4,9%, posicionándose muy lejos de países europeos. Capital charla con cuatro miembros de este pequeño porcentaje. Cuatro jóvenes a los que su edad no les ha impedido triunfar en sus negocios.
Historias de éxito de 4 jóvenes emprendedores
Marta Sol, 26 años, es CEO de Needcarhelp, empresa asesora en revisión de coches de segunda mano antes de su compra, y le debe su éxito a TikTok. Un vídeo en la famosa red social mostrando su trabajo en Needcarhelp alcanzó en cuestión de días 7 millones de reproducciones. “Todo empezó por una necesidad mía. Necesitaba comprarme un coche y por desconocimiento pedí ayuda a mi compañero Sergei con los trámites. No tenía ni idea y pensé: esto me ha ayudado mucho. En ese momento, yo estudiaba ADE, hice la web con las herramientas que tuve y conseguíamos un cliente al mes, casi nada”, narra Sol.
La pandemia irrumpió en nuestras vidas, así que tuvieron más tiempo para centrarse en el proyecto. “En enero de 2021 lanzamos un vídeo a TikTok que llegó a 7 millones de visitas, y el segundo a 10 millones. Yo alucinaba. Cómo puede ser. La gente empezó a llamar de todas partes de España y no estábamos ni dados de alta. Éramos dos personas y era una locura. Desde el vídeo, los inversores se interesaron, lo legalizamos y empezamos a crecer muchísimo, de la noche a la mañana”, relata la CEO. Hoy, Needcarhelp opera en 10 de las principales capitales españolas, con más 400 mil seguidores en TikTok.
Jorge Branger, 25 años, es fundador de las compañías de marketing digital Fluence Leaders y Flyt Experiences. Siempre tuvo en la mente emprender, pero se define a sí mismo como creador de contenido. “El emprendimiento lo llevo en el ADN. Vengo sugestionado por parte de mi padre que era empresario. Más allá de ser emprendedor, soy creador. Esas ganas de materializar mis ideas se extrapolaron hasta que se hicieron realidad. Es trabajo duro, pero lo llevas en la sangre. Si volviera al pasado, lo volvería a hacer pese al sacrificio de haber perdido familiares, amigos o parejas. Estoy estirando porque mi ambición es enorme. Parece de locos, pero estaría dispuesto a morir por esto porque el propósito es mayor que yo mismo”.
Branger se dedica en cuerpo y alma a elaborar contenido en redes, sobre todo en LinkedIn con más de 190 mil seguidores. “Lo más duro de las redes es que afectan a la salud mental porque pueden crear una vida ficticia, pero lo mejor es el acceso a construir y la magia de conectarse con miles de millones de personas. Es súper bonito. Las redes son una necesidad, aunque especulen sobre ello, y no van a desaparecer. La mayoría de los negocios necesitan de las redes sociales para permanecer durante el tiempo y escalar”. Sus empresas cuentan ahora con una cartera de clientes como Vodafone, Banco Santander o Telefónica y Branger, según la revista Entrepreneur, es uno de los 10 grandes genios del marketing de nuestro tiempo.
Guillermo Alén, 24 años, CEO y fundador de Getlife, una startup de seguros de vida. Él es un ejemplo de que el fracaso es solo un impulso para seguir adelante. “Yo fundé otra compañía startup, una plataforma en la que ofrecíamos servicios de automóvil para empresas, en la que aprendí mucho porque no fue bien. Conocí a mi socio en una insurtech, que invertía en startups que aportan valor y tecnología al mundo de los seguros. Adentrándonos en cómo funcionaba la industria del insurtech, conocimos el ecosistema de cómo es la empresa tradicional del seguro y qué se necesita. La oportunidad en seguros de vida es enorme y fue el motivo de embarcarnos en esta aventura”.
El mercado de seguros de vida en Europa es 700 billones de euros y se introdujeron en él siguiendo dos pilares: el acceso al seguro con una visión inclusiva y la experiencia del cliente. “Nadie ha revolucionado todavía los seguros de vida en Europa, que es nuestro principal objetivo. Es el sector más injusto desde el punto de vista del consumidor. Lo que nos mueve es crear un impacto positivo en la sociedad y dar protección a las familias en momentos tan duros como un siniestro”. Comenzaron en febrero de 2021 y, actualmente, GetLife protege a más de 10.000 familias en España, con una plantilla de más de 45 empleados, operan también en Francia y levantó este año 5,5 millones de euros en una ronda de financiación semilla.
Gloria Gubianas, 27 años, es CEO y cofundadora de Hemper, una marca de ropa, mochilas y complementos sostenibles. Todo empezó con un voluntariado. “Hemper comienza cuando fui voluntaria en Nepal. Ese compromiso me impulsó a hacer algo al haber estado en un país con un 25% de población en el umbral de la pobreza cuyo desarrollo es muy complicado. Al cabo de unos años, mi socio y yo juntos decidimos vender productos con cáñamo, que es un producto tradicional de allí en la parte textil. Empezamos a vender desde la web y en 2018-2019 fue cuando tuvimos el boom. La pandemia hizo que las ventas cayeran luego un poco, pero remontó y en 2023 esperamos un nuevo boom”.
La cofundadora cuenta que desde el colegio siempre tuvo la ambición por realizar algo por sí misma, aunque en ese momento no conocía las herramientas para alcanzarlo. “En el fondo de mi ser yo sabía que quería esto, pero no sabía por dónde ir. No sabía el camino para emprender ni que quería tirar por el emprendimiento social. Estudiando la carrera empecé a adquirir habilidades y se me encendió la bombilla”, dice Gubianas. Hemper es la historia de un viaje desde Nepal a Madrid que junta activismo, cultura y tradición a través de la moda sostenible. Lo que arrancó siendo una bonita idea entre dos personas se convirtió en una empresa con ya 6 años de recorrido y que roza los 100 mil seguidores en Instagram.
¿Infravaloración hacia los jóvenes?
En España parece una excepción que una persona entre 16 y 30 años trabaje, ni mencionar si ha abierto su propio negocio. “Me ha pasado de ir a ver un local y que comentasen que cuando venía mi jefe”, expresa Sol. Branger alude a lo que se conoce como síndrome del impostor, pese a que él tenga cierta suerte al ser sus negocios de nativo digital. “La edad es un factor que sí influye, pero está cambiando gracias a referentes como el fundador de Facebook o el de Glovo. Están dejando ese legado que mientras más personas junior lo consigan los seniors nos tendrán más respeto”.
Gubianas considera que, a veces, puede ser una ventaja. “Lo intento aprovechar para mi beneficio. En las rondas de inversión muchos pensarán ‘y esta tía que hace aquí’. Ellos son todos iguales y yo, sin embargo, capto su atención”. Alén cree que es algo común, pero que se rompe demostrando que puedes. “Apoyándote en el equipo que tienes y llevando tiempo en el mercado, te ayuda porque creas confianza y certeza. Los resultados hablan por sí solos, ya no es la edad”. Sin embargo, nuestro país está acostumbrándose a que alguien joven esté en paro, con bajos sueldos y condiciones de contrato que no animan.
“España no es el país que mejor fomente en emprendimiento a nivel gubernamental y cultural. La gente se acomoda con la mentalidad funcionaria de un sueldo base y vivir tranquilo. En Estados Unidos, por ejemplo, van a crecer y construir un imperio. Si las cifras de paro, las condiciones y el ecosistema cultural fomentasen el emprendimiento, sería positivo”, afirma Branger. Gubianas lo relaciona más con la pasión. “Esto no fue pensando en el paro. Me lancé porque me encantaba. De hecho, seguramente me iría mejor económicamente si estuviese en una empresa”. No obstante, el 45% la proporción de jóvenes que no cobra ni 1.000 euros.
Consejos antes de emprender
Ante estas cifras de sueldo, emprender puede aparentemente ser una opción factible. Pero, ¿qué debe saber alguien joven antes de emprender? “Cuidado con el compromiso, con los socios y con las amistades. El negocio se carga amistades, es complicado. Y cuidado con lo que firmas y los inversores. No hay que tener miedo, pero sí ser cautos”, aconseja Gubianas. “Que se lance, no lo va a saber todo, pero hay que animarse. Si tienes una idea, visibilízalo, es cuestión de encontrar la clave; y persistir porque esto es una montaña rusa”, dice Sol. Por su parte, Branger expresa que emprender no es para todos.
“Se vende una imagen de vida perfecta emprendiendo que no es real. La presión existe y los problemas de salud mental están ahí. Lo llevo bien, pero no desaparece. Esto es trabajo muy duro, pero eres más feliz proporcionalmente”, resalta Branger. En este punto coincide Alén, asegurando que lo bueno supera a lo malo. “Intenta ser resiliente y perseverante. Ser emprendedor conlleva altibajos. No es estable. Hay que creer en la visión que uno tiene y confiar en la gente. La clave es no rendirse”, cita Alén. Ellos no se rindieron y sus resultados lo han demostrado. La edad no es un obstáculo.