“Este colectivo todavía encuentra muchas barreras de entrada para acceder a un empleo público”
Según estudios recientes, más del 75% de la población con Trastorno del Espectro Autista (TEA) está en situación de desempleo. ¿Cómo se puede revertir esta situación?
A día de hoy, dentro del ámbito de la discapacidad, el colectivo de personas con TEA se sitúa a la cola de la inclusión laboral. Según cifras de la Asociación Autismo Europa, entre el 76% y el 90% de las personas adultas con TEA está desempleada y no desarrolla ninguna actividad productiva o laboral. Las dificultades para su acceso al empleo comienzan en la etapa escolar, porque el sistema educativo no se adapta a sus necesidades específicas ni incorpora sus fortalezas.
Después, a la hora de acceder al mercado laboral, las personas con TEA tienen que enfrentarse a dificultades como la falta de oportunidades, los prejuicios existentes en el tejido empresarial en relación al TEA o la ausencia de programas específicos de apoyo y de modelos de formación dual, que proporcionen conocimiento técnico y experiencia práctica. Así se desprende de un estudio que presentamos en 2018: "Empleo y Trastorno del Espectro del Autismo. Un potencial por descubrir", que pone de manifiesto que las personas con TEA pueden y quieren trabajar.
Para revertir esta situación, además de conocer mejor qué es el TEA y las características de las personas con autismo, desde Autismo España proponemos las siguientes medidas para potenciar el acceso al empleo de los hombres y mujeres con TEA.
En primer lugar, apostamos por promover una adecuada orientación vocacional y el diseño de itinerarios formativos y profesionales personalizados que favorezcan la transición exitosa a la vida adulta, atendiendo a las preferencias y fortalezas de cada persona con TEA.
Además, abogamos por potenciar los programas de Formación Profesional, especialmente aquellos que se guían por modelos de Formación Dual. Estamos trabajando para que los agentes implicados en esta reforma recojan nuestras peticiones y escuchen nuestra voz, y que el nuevo texto contemple las necesidades específicas de las personas con TEA para garantizar así su acceso a esta formación y el éxito académico, que les capacite para su incorporación al mercado laboral.
Por último, apostamos por concienciar al tejido empresarial del potencial laboral de las personas con TEA y prestarle los apoyos necesarios para acompañar en el proceso de inclusión laboral.
¿Qué posibilidades de inserción laboral tiene una persona con autismo?
Las posibilidades de inserción dependen de cada persona y de cada empresa en particular. Hay ciertos facilitadores que garantizan el éxito de la inserción laboral de las personas con autismo, como, por ejemplo, facilitar recursos profesionales especializados que apoyen a la persona con TEA en la realización de sus tareas y en la inclusión social en la empresa o realizar un seguimiento del desempeño laboral de cada persona con TEA, atendiendo a las nuevas necesidades y demandas que pueda presentar la empresa.
¿Qué tipo de empleos pueden desarrollar con eficiencia las personas con autismo?
Las personas con TEA aportan valor a las empresas en las que trabajan. Debido a la variabilidad que existe en las características de las personas con autismo, como en el resto de las personas, es difícil o imposible, definir un tipo de puesto idóneo para las personas con TEA. Quizás podría decirse que, en general, serían adecuados aquellos puestos que impliquen tareas que estén bien definidas y planificadas.
Sus competencias son múltiples y muchas de ellas, como la meticulosidad, la honestidad, la perseverancia o el compromiso con las tareas que realizan, son una ventaja en determinados puestos de trabajo. Es importante resaltar que, con la formación y experiencia adecuada para ese determinado puesto de trabajo y siempre que se cuente con los apoyos que cada persona necesite, cualquier empleo puede ser desempeñado de forma eficiente por una persona con autismo.
Por lo tanto, el éxito profesional de una persona con TEA depende, no tanto del tipo de puesto, sino de otros factores como la adecuación del puesto a sus competencias e intereses o los apoyos que reciba antes de encontrar el trabajo y durante, así como para su promoción y desarrollo profesional.
En cuanto a los intereses de las propias personas con TEA, recientemente, Autismo España ha detectado en una consulta realizada que alrededor del 70% de las personas encuestadas prefieren trabajos relacionados con la tecnología y trabajo de oficina.
¿Hay algún sector que destaque especialmente en el apoyo a personas con autismo?
A día de hoy, en general, los apoyos a las personas con autismo por parte del entorno laboral ordinario se suelen facilitar por parte del tejido asociativo. En cuanto a estos apoyos, es importante resaltar que dependerán siempre de las necesidades específicas de cada persona en relación a cada puesto particular y que deben considerarse apoyos en cuanto a las funciones propias del puesto, así como apoyos orientados a la inclusión social en el entorno de trabajo.
No obstante, en cuanto a nuevas contrataciones, estamos observando que en los últimos años ha habido una muestra de interés creciente por parte del sector tecnológico a la hora de buscar perfiles de contratación con autismo. De manera general, las empresas que han tenido experiencias con personas en el espectro del autismo han destacado algunas características de las personas que han trabajado con ellos. Entre ellas, destacan la constancia y preferencia por la rutina; las buenas competencias y la resistencia a la fatiga en tareas mecánicas y repetitivas que requieren un alto nivel de concentración; la perfección en los detalles y la honestidad.
El apoyo al autismo desde el sector público
¿Qué cree que se puede hacer desde la Administración para apoyar a este colectivo?
Desde el movimiento asociativo se ha trabajado mucho por trasladar a las administraciones competentes la importancia de trabajar de manera específica en políticas públicas que ayuden a disminuir las desorbitadas cifras de desempleo que tiene el colectivo del autismo. Celebramos que este trabajo ha tenido importantes frutos ya que recientemente se ha logrado la inclusión del autismo en Estrategia Nacional de Empleo y también la consideración como colectivo de especial vulnerabilidad en la Ley de Empleo.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Actualmente se está trabajando en una reforma normativa de la función pública, un plano que también es muy importante puesto que las personas con autismo encuentran aún muchas barreras de acceso para conseguir una plaza en el empleo público.
Insistimos también en la importancia de dotar de recursos suficientes a las políticas públicas, de tener datos concretos sobre nuestro colectivo en materia de empleo, para poder analizar con rigor la situación real y diseñar planes de acción efectivos, en la accesibilidad de los procedimientos en los sistemas públicos de empleo, y, por supuesto, en la formación adecuada del personal del sistema público de empleo, que en muchas ocasiones, por desconocimiento, no es capaz de trabajar adecuadamente con las personas con autismo.
Usted ha argumentado siempre que desde el ámbito de la educación y la formación se puede hacer mucho más para apoyar a este colectivo. ¿Podría reforzar esto con propuestas concretas?
En el ámbito educativo, el reto es defender un modelo tan amplio y adaptable como lo necesiten las personas con TEA, donde cada una pueda encontrar la respuesta que precise a lo largo de todo el ciclo educativo. Para ello, es fundamental que todo el entorno escolar (tanto el equipo docente como el resto de profesionales que tengan contacto con los alumnos con TEA) tenga una capacitación y formación adecuadas, para que comprenda sus necesidades específicas y contribuya a generar entornos educativos en los que se garantice el éxito y la participación efectiva del alumnado, disponiendo para ello de los recursos y sistemas de apoyo individualizados que cada estudiante necesite.
La realidad es que las necesidades de apoyo educativo asociadas al TEA son enormemente heterogéneas, como también lo son las capacidades y puntos fuertes del alumnado. Por ello, el sistema educativo debe ser lo suficientemente flexible como para responder a ellas. Además, no podremos hablar de éxito educativo mientras no se garantice una educación verdaderamente individualizada y libre de acoso escolar.
Usted cumple nueve años al frente de Autismo España, ¿qué balance hace de esta etapa?
Han sido unos años muy intensos en los que hemos trabajado mucho para defender los derechos de las personas con TEA y sus familias, promover su participación activa en la sociedad y la igualdad de oportunidades. Cada año son más las entidades que se suman a Autismo España para seguir creciendo como movimiento asociativo de personas y familias; un movimiento unido, fuerte y cohesionado, que ha conseguido que el TEA esté cada día más presente a nivel social y político.
Este trabajo duro se refleja en la credibilidad y reputación que, a día de hoy, tiene Autismo España como organización que agrupa y representa a 163 entidades repartidas por toda España que prestan apoyos y servicios especializados a las personas en el espectro del autismo y sus familias.
A lo largo de estos años se han conseguido hitos muy importantes, como la puesta en marcha del Centro Piloto sobre Trastorno del Espectro del Autismo, una demanda histórica que permitirá dar respuesta a varias de las prioridades establecidas en la Estrategia Española en TEA aprobada en 2015, como son la investigación, la divulgación y la formación especializada de profesionales. Desde Autismo España gestionaremos este Centro, impulsado por el Gobierno a través del Real Patronato sobre Discapacidad.
Sin duda, otro hito importante ha sido la unión entre Autismo España y Fespau, para conformar un movimiento asociativo del autismo único, fuerte y cohesionado. Esto nos ha permitido tener un único interlocutor ante la Administración Pública y resto de agentes clave, la Confederación Autismo España, que exponga las principales necesidades y demandas de las personas con TEA y sus familias con el fin de conseguir el ejercicio efectivo de sus derechos y la igualdad de oportunidades. Sin duda un hito para el movimiento asociativo del autismo, que fue reconocido con el ‘Premio cermi.es 2020 en la categoría de Mejor Práctica de Cooperación Asociativa´.
Nuestro intenso trabajo de incidencia política también ha permitido que varias normativas fundamentales contemplen las necesidades específicas de las personas con TEA, como el anteproyecto de la Ley de empleo, que contempla por primera vez al autismo como colectivo de especial vulnerabilidad, o la reforma de la Ley General de Discapacidad, que reconoce la accesibilidad cognitiva y establece sus condiciones de exigencia y aplicación.
A lo largo de estos años, también hemos entrado a formar parte de importantes organismos nacionales e internacionales, con los que compartimos metas y preocupaciones y que, en muchos casos, nos ayudan a aumentar la incidencia de nuestras acciones. Sirvan como ejemplo la Plataforma de Infancia, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes o el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc).
Otro hito importante ha sido la puesta en marcha el Campus de formación Ángel Rivière, una plataforma que tiene como objetivo favorecer la formación especializada y de calidad en autismo, a través de la cual impartimos formación tanto a profesionales relacionados con el ámbito del autismo como a las propias personas con TEA y sus familias.
Y por último, destacaría también que, el pasado mes de diciembre, conformamos junto a las principales organizaciones del sector de la discapacidad (Confederación Aspace, Salud Mental España, Fedace, Down España, CNSE, Fiapas y Predif), de la asociación empresarial Convergencia para la Atención, Asistencia y Apoyo a las Personas con Discapacidad (CAAAD), integrada por más de 1.200 entidades de personas con discapacidad y familiares que prestan servicios sociales a este colectivo, que además presidimos.
¿Cuáles son los principales proyectos futuros de la Confederación?
Sin duda, el más importante es el desarrollo del Centro Piloto de Autismo, que se ha consolidado en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2023, gracias a la intensa labor de incidencia política de Autismo España.
Otro de los grandes retos que tenemos por delante es el proyecto Rumbo, que pretende implementar un nuevo modelo de apoyo a la autonomía personal y al cuidado de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyo. Se trata de una iniciativa conjunta en la que participamos junto a otras cuatro grandes organizaciones del ámbito de la discapacidad, interesadas en impulsar la vida independiente del colectivo en condiciones de seguridad, accesibilidad y bienestar: COCEMFE, Confederación ASPACE, FEDACE y PREDIF.
También vamos a continuar desarrollando estudios de investigación que nos permitan conocer la realidad de las personas con autismo en nuestro país, con el fin de promover políticas públicas que respondan a sus necesidades.
Otro importante reto es impulsar el plan de acción de la estrategia de autismo, que lleva años paralizado pese al trabajo de Autismo España con los diferentes gobiernos que se han sucedido desde 2015, cuando se aprobó la Estrategia Española en TEA por unanimidad de todo el arco parlamentario. A finales del año pasado, el Consejo Nacional de Discapacidad aprobó la propuesta y planteamiento de trabajo de este Plan de Acción, que tiene como principal objetivo servir de marco de referencia para la definición de acciones estatales, autonómicas y locales que mejoren la calidad de vida de las personas en el espectro del autismo y de sus familias en nuestro país. Esperamos que por fin sea una realidad, con medidas concretas y dotación presupuestaria.
Y, por supuesto, seguiremos trabajando intensamente para sensibilizar a la ciudadanía y mejorar el conocimiento sobre el TEA, con el fin de avanzar en la participación social de las personas en el espectro del autismo en igualdad de condiciones.
