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Capital Women

La jurista que ha 'amotinado' la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en pro de la igualdad

Por Redacción Capital

Isabel Valldecabres, directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT): "La gente no nos asocia con productos digitales, sino con una serie de televisión que es La casa de papel, pero aquí ocurren muchísimas cosas más"

"El BCE se está planteando tener cuentas de euro digital, pero a nivel de bancos centrales, para la relación entre los países, no a nivel usuario"

Recibe a Capital serena, natural, con mano firme. Es un día de atención a los medios de comunicación y el objetivo de aperturismo de una institución como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) se traduce en el diálogo y exposición de todo lo que en este desconocido organismo público se esconde. Porque hay mucho más que monedas, billetes y recuerdos de un robo ficticio narrado en una serie televisada de éxito mundial. 

Esta empresa pública está presente en muchos de los pasos que los españoles dan en su día a día. Desde una mera compra en efectivo hasta en el uso del DNI o el pasaporte. También en la firma electrónica, en la esperanza de ser millonarios gracias a un billete de lotería o incluso en ese famoso “papelito” firmado por el Rey que define al poseedor como titulado en determinada materia. 

Al frente de todo ello, Isabel Valldecabres, una jurista valenciana que ha pasado de la docencia universitaria al Gobierno, aunque su presentación la dictamina como jurista en pro de la igualdad. Sus medidas así lo respaldan. Hoy es la directora general de la FNMT, la segunda mujer en el cargo en cuatrocientos años de la institución, pero ser prácticamente pionera en el cargo no parece atemorizarla. Más bien todo lo contrario. 

Hasta agosto de 2021 trabajaba como jefa del gabinete de la vicepresidencia segunda del Gobierno, la cual estaba liderada por Carmen Calvo. Cambios en la cúpula del Ejecutivo y su siguiente destino es la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre. ¿Se vive la vida más tranquila desde aquí? 

No, bueno, cuando llegas a un sitio sueles poner la lupa de aumento y todos los problemas que tienes cotidianamente te quitan mucho tiempo. La problemática no es la misma cuando estás en un sitio como la vicepresidencia, porque tienes que lidiar tan pronto con una pandemia que con una crisis en Canarias o un problema en Ceuta. Aquí no es lo mismo, pero es similar, porque la problemática se relaciona a un contrato con un defecto y hay que repetirlo. Y estamos en una fábrica en la que trabajan 1.300 personas.  

Su trayectoria ha estado ligada principalmente al derecho penal. ¿Cómo se afronta un reto totalmente diferente a la vocación original? 

Es verdad que una parte muy importante de mi vida es la de magistrada, pero he tenido otras dos profesiones muy marcadas. Una de ellas ha sido como docente de la universidad e investigadora en derecho penal, que es mi especialidad, pero también he estado muchos años en equipos técnicos y de apoyo al Gobierno con hasta siete ministros. Todo esto te permite ver muchas cosas más allá del estricto trabajo, porque al final todo es gestión de conflictos y esto en una empresa también se da. Por eso, cuantas más experiencias acumules, mejor. 

El tiempo en la vicepresidencia o como magistrada también me ha implicado estar en contacto con el mundo de la empresa, porque, por mi cargo, he sido consejera. Y, como jurista, me ha tocado analizar y juzgar delitos relacionados con la actividad económica. También me he formado, porque tienes que saber lo que es una cuenta de resultados y tener cierto manejo en estas cosas.

Es verdad que los productos de seguridad que se fabrican aquí eran completos desconocidos para mí, así que lo que hice fue una inmersión rápida para conocer el día a día, aunque el equipo humano es el que sostiene cotidianamente el producto. Yo aporto la visión estratégica, hacia dónde nos encaminamos. Y esto no tiene que ver con que domines el producto químico importante para la fabricación de billetes. Para eso está el equipo, que es fantástico. 

¿Hacia dónde se dirige entonces la fábrica? 

La anterior presidencia [Lidia Sánchez, entre el 4 de febrero de 2020 y el 2 de agosto de 2021] se encontró con una encrucijada que hemos relevado: la digitalización de las administraciones. Además, que lo hagamos nosotros tiene una ventaja, porque tenemos mucha experiencia en esto.

Somos CERES, damos los certificados a empresas y a los ciudadanos, pero también somos una empresa pública. Por eso, las administraciones públicas pueden ejecutar sus presupuestos destinados en la materia sin pasar por el farragoso proceso de la contratación y licitación. A nosotros nos hacen los encargos directos y somos de total transparencia porque nuestras cuentas están auditadas por la Intervención General del Estado (IGAE).  

La anterior presidencia transformó el plan de empresa para que tuviésemos orientada la dirección en la que actuar: mantener nuestra industria de productos tradicionales, pero yendo hacia la digitalización. Nosotros estamos terminando la reestructuración potenciando esto y haciendo un nuevo modelo de transparencia, mejorando nuestra página web y ayudando a las Administraciones en su carrera por la digitalización. También buscamos darnos a conocer, porque la gente no nos asocia con productos digitales, sino con una serie de televisión que es La casa de papel, pero aquí ocurren muchísimas cosas más.  

La digitalización de la Administración Pública es un gran reto que en varias áreas se tuvo que dar a pasos agigantados con la irrupción de la pandemia. Sin embargo, no todas lo han conseguido y muchas continúan teniendo un sistema ‘prehistórico’. ¿Vamos tarde? ¿Qué plazos barajan? 

Nosotros estamos en línea con el plan España Digital, que es hasta 2025, pero han surgido nuevas oportunidades que no estaban prediseñadas, como puede ser el bono cultural. Todo ello requiere de una implementación prioritaria, por ejemplo. Los clientes son las administraciones, y nosotros, sus ejecutores. 

Ahora estamos a punto de terminar el prototipo del DNI digital y también llevamos trabajando un tiempo junto con la Comisión Europea con tecnología blockchain de cara a una utilización de identidad digital de los países. En concreto, lo llevamos trabajando desde hace tres años y tenemos un laboratorio donde ver las distintas aplicaciones que podemos prestar a las administraciones gracias a esta tecnología, que se suele conocer por las criptomonedas pero que en el ámbito de la identificación no es especulativa. 

Es una oportunidad extraordinaria, porque en Europa siempre pensamos que los datos son de los ciudadanos y que no es necesario que compartan su información, su identidad. Por eso queremos borrar los procesos poco seguros y, como somos una empresa de confianza pública, ayudar a la vicepresidencia primera de servicios digitales y a los propios ciudadanos. En definitiva, hacerles la vida más sencilla. 

Ayudar a los ciudadanos. Es muy interesante esta afirmación porque precisamente un sector de la población se siente abandonada por parte de las instituciones y entidades bancarias en un momento en el que el uso del efectivo pierde fuerza ante los pagos digitales. ¿Qué alternativas proponen desde la FNMT? 

Aunque sea un tópico decirlo: todas las situaciones críticas tienen que dar nuevas oportunidades. Nuestra experiencia nos dice que el efectivo no va a desaparecer en los próximos años. El sistema euro nació hace 20 años con una moneda única, y tanto el BCE como luego los bancos centrales nacionales nos encargan que sigamos haciendo los billetes o las monedas. Aunque es verdad que la pandemia ha potenciado el uso del medio digital. 

De hecho, en el Parlamento se está analizando la posibilidad de que haya un control público de una moneda digital por parte de las autoridades del sistema monetario, porque el BCE se está planteando tener cuentas de euro digital. Pero cuentas a nivel de bancos centrales, para la relación entre los países, no a nivel usuario. 

Esto es posible y llegará, pero le corresponde al Banco de España decidirlo. Mientras tanto, tenemos que garantizar que el efectivo se sigue usando, porque hay gente que no es digital y, en caso de apagón digital, nos garantiza seguir haciendo transacciones.  

Transacciones no solo en España, porque tenemos entendido que también fabrican monedas oficiales para otros países… 

Sí, efectivamente. En países como Argentina estamos fabricando billetes ahora mismo y en Nigeria su moneda. Esta también es otra cuestión. Imagina aquellos países donde el nivel de digitalización va mucho más lento que en occidente, como puede ser Indonesia o el Sudeste Asiático. Nosotros, como institución, tenemos que garantizar que puedan seguir usando el efectivo y ayudar a fabricar sus documentos de seguridad e identidad.  

Una institución que lleva 400 años en pie pero que solo ha estado presidida por mujeres en dos ocasiones. Y la primera fue en 2020.  

Sí. Es significativo y habría que explicar por qué no ha habido con normalidad antes ninguna en el cargo, porque sí ha habido y hay mujeres que trabajan en la fábrica desde hace mucho tiempo. Es una anomalía. ¿Qué pasa? Que a nosotros nos designa el Ministerio de Hacienda y es de sobra conocido que la ministra [María Jesús Montero] es una mujer feminista que ejerce el cargo conforme a lo que piensa. Y lo que piensa es que las mujeres tenemos que ocupar por naturalidad los puestos de dirección. 

Ahora, el hecho de que seamos mujeres aporta únicamente la forma que tenemos muchas mujeres de ejercer los puestos de dirección: el trabajo en equipo es fundamental para promocionar a las mujeres que están en la casa y que no han tenido la suficiente visibilidad, pero sí el suficiente talento. Yo tengo esa mirada, la de dar oportunidades a las mujeres

Un hombre puede ser también plenamente consciente de hacerlo, no hace falta ser mujer, como tampoco ser mujer es un requisito suficiente para poder promocionar. Tanto yo como mi predecesora lo que estamos buscando es analizar cómo estaba la fábrica antes, especialmente saber si hay una brecha en las retribuciones. Por eso, hemos encargado una auditoría para asegurar que no suceda y facilitar a hombres y mujeres que tengan las mismas condiciones para ejercer y conciliar con su vida personal. Es la única diferencia. 

“El movimiento en favor de la mujer es la transformación social más importante que va a ocurrir en el S.XXI” 

Además de esta auditoría y promoción del talento femenino, también es verdad que el comité de dirección de la FNMT desde su llegada es por primera vez paritario… 

También. Mi predecesora empezó con ello y yo lo he continuado. 

Especialmente en los cargos de responsabilidad se evidencia más el llamado techo de cristal. ¿Cómo cree, desde su experiencia, que puede romperse? 

Es muy complicado, pero creo que nos encontramos en la transformación social más importante que va a ocurrir en el S.XXI. El movimiento en favor de la mujer se va produciendo lenta, inexorablemente, y, por primera vez en la historia, pacíficamente. Estamos reclamando nuestra posición como ciudadanas. Es la reclamación más obvia de la Democracia y de la ciudadanía. Si la mitad de la población no está representada en igualdad de condiciones en todos los ámbitos, hay un déficit que nadie podrá explicar.  

Además, aquí se abre una doble discriminación. La digitalización va a ser la siguiente revolución, la más importante y equiparable tras la revolución industrial. Y las mujeres hemos llegado en un momento en el que no habíamos alcanzado la igualdad. No lo digo yo, lo dice la ONU.

Por eso tenemos que impedir también que la mitad de la población no tenga capacidades digitales. Porque tal cantidad de personas no pueden estar en condiciones de invisibilidad en la toma de decisiones. Lo hemos visto durante la pandemia, en el campo de la salud, en la economía… Si no tenemos en cuenta a la mitad de la población, la desigualdad nunca se corregirá y se perpetuará por los siglos de los siglos. 

Ha olvidado en la Justicia… 

En la Justicia, sí. Y hay promociones donde hay un 70% de mujeres, porque la carrera judicial es algo que nos atrae, pero en puestos de responsabilidad sigue habiendo una diferencia importantísima. Muchas veces las propias mujeres no se presentan a los altos cargos convencidas de que no van a poder ser elegidas. Para muchas, supone una serie de sacrificios personales que no están dispuestas a asumir y a veces me parece muy inteligente. 

Porque, ¿por qué vamos a tener que renunciar a nuestra maternidad si la queremos? Me parece que una mujer capaz de llevar una casa tiene más dotes organizativas, contables, de logística, de liderazgo y de muchos grados más. La mujer tiene dotes extraordinarias para liderar equipos y en la justicia también.  

De hecho, las leyes de igualdad han ayudado muchísimo a que eso se corrija. El mecanismo de cuota creo que es imprescindible, porque, de no haberse implantado, no se habrían producido movimientos lentos hacia la paridad en los consejos de administración. En el Gobierno lo ha habido, y a la vista está, con la cartera de ministros paritaria, pero en el mundo empresarial y en la justicia va mucho más lento. No llegamos a los objetivos a tiempo. 

Isabel Valldecabres, directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT)

El claro ejemplo se encuentra en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). No pretendemos preguntarle por su bloqueo, el cual lleva en jaque desde 2018, pero sí por su composición. Las plazas asignadas a juezas y magistradas representan un 22% del total y en este organismo, de los 21 vocales, nueve son mujeres. Por defecto, tampoco ha habido una mujer presidenta. Una vez se llegue a la ansiada “fumata blanca”, ¿veremos a una mujer salir al balcón de la justicia española? 

Es una anomalía que no haya habido ya una mujer presidiendo. Desde luego, de lo que yo conozco de cuando estaba en funciones de Gobierno, era un objetivo y voluntad del Gobierno alentar a los grupos parlamentarios para que vieran la necesidad de visibilizar de una vez por todas la posición de uno de los poderes del Estado con una mujer al frente. Y no creo que tenga que ver con una confrontación entre partidos, porque todos tenían candidatas sobradamente preparadas, pero debería ser una cosa normal y aspiracional para normalizar la promoción de la mujer de una vez.  

Cambiando de tercio. Usted se doctoró por la UC3M con una tesis ligada al derecho penal y los juicios paralelos. ¿La radicalización está mermando la libertad de expresión en España? 

Sin duda la irrupción de las redes sociales está alterando profundamente los parámetros en los que nos estábamos moviendo. En el momento en el que yo preparé mi tesis doctoral vi cómo podían influir las corrientes de opinión y los juicios paralelos cuando alguien está siendo sometido a un veredicto. Me llamó poderosamente la atención que en España teníamos muchos menos recursos y mecanismos para proteger a esas personas en comparación con otros países donde existe una tradición por la libertad de expresión como pueden ser los países anglosajones o la propia Unión Europea.

En nuestro país, ninguna. Se vive todo como si el juez estuviese perturbado en su independencia e imparcialidad. Pero el problema no somos los profesionales, sino que el sujeto tenga las plenas garantías de que nada va a perturbar su derecho a tener un juicio.  

Ahora estas personas ya han tenido un juicio público previamente en las redes sociales donde mucha gente ha accedido a tu historia, a tu problema y perfil. Han entrado ahí sin que hayas podido contrarrestar nada, porque es un ámbito de no veracidad e información. Los medios de comunicación, con todo, son más rigurosos, porque tienen que contrastar la noticia y hay comités para valorar si la noticia corre un riesgo de corrupción. En las redes sociales no y la tarea del investigador es vital porque la sociedad va a valorar la inmediatez por encima de todo. 

“Los medios de comunicación son más rigurosos que las redes, tienen que contrastar la noticia y hay comités para valorar el riesgo de corrupción” 

Por último, tanto en el plazo más inmediato como en el medio-largo futuro. ¿Qué previsión se puede hacer de 2022? 

2022 puede ser un año de oportunidades para España, porque está en una situación extraordinaria, y no hay que perder la oportunidad de acercarse a las principales economías y hacerlo de una manera óptima para los ciudadanos. Nosotros, desde nuestro pequeño mundo, contribuiremos a esta faceta haciendo instrumentos de seguridad para su identidad y el instrumento de seguridad de los medios de pago. También acercaremos la Administración a la ciudadanía de una forma más fácil y sin complicaciones. Queremos cooperar para hacer todo más sencillo, para facilitar la vida a los ciudadanos. 

Isabel Valldecabres, directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT)

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