El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, rescata la propuesta de renovar cómo se mide el PIB, el principal medidor del crecimiento económico
No es una propuesta nueva, puesto que el debate se lleva extendiendo desde hace años. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, ha planteado en el Foro Económico Mundial la necesidad de actualizar los elementos específicos de la medición del Producto Interior Bruto (PIB)
Un trabajo de la Fundación BBVA señala que el PIB "no considera el valor de gran parte de las actividades productivas o de ocio de los hogares, no refleja las desigualdades económicas y no tiene en cuenta externalidades negativas asociadas al crecimiento económico".
Según el ministro, el mundo ha estado viviendo dentro de una definición muy estrecha de lo que es la prosperidad o el crecimiento y ahora hay una sucesión de choques con la aceleración de diferentes tendencias, que se suponía que iban a ser a medio o largo plazo, pero que ya están aquí. Se trata de activos y pasivos adicionales, como por ejemplo los medioambientales.
"Necesitamos actualizar los elementos específicos de la medición del PIB", ha remarcado Cuerpo durante su intervención en uno de los paneles del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos (Suiza).
No obstante, esta propuesta pone sobre la mesa numerosas dudas acerca de la posibilidad de medir otras variables que no sean estrictamente numéricas: "Ampliar el foco de las actividades consideradas valiosas plantea importantes problemas de medición, que se agravan con el avance de la digitalización", subrayan en el estudio de Fundación BBVA.
Hay que señalar que en algunos países se contabilizan también actividades ilegales, como puede ser el narcotráfico. Aunque no esté dentro de los circuitos legales, hay quienes compran y quienes venden, lo que genera una actividad económica. Eso supone adentrarse en un terreno donde las cifras no están claras y que, en otros términos, no distingue de la actividad que puede considerarse sana de la que no.
Luego, los distintos informes sobre desigualdad señalan que una pequeña parte de la población controla la mayoría de los recursos y, en ciertos periodos, los recursos de esa parte aumentan. En términos de PIB, eso representa un aumento. Dicho de otro modo, se puede registrar un crecimiento del PIB que, a priori, es positivo para el conjunto de la sociedad pero que, sin embargo, es absorbido por una pequeña parte y no influye en el global.
Es por eso que existen otros medidores que complementan la información sobre la economía, como las variables de empleo, la ya mencionada desigualdad o los datos de consumo. La idea de varios economistas y, como plantea el propio Carlos Cuerpo, consiste en poder introducir otras variables para obtener un medidor que se acerque más a la realidad.
Otro medidor
Crecimiento económico, producción, riqueza o prosperidad son términos similares, pero que introducen matices distintos. Esas diferencias son lo que permite que haya lugar para indicadores menos ortodoxos, como ocurre en el pequeño país de Bután.
Este estado de 735 mil habitantes, vecino de China e India, se vio en la necesidad de crear un nuevo índice, el de la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Este indicador funciona desde la década de 1970 y, si se analiza en paralelo al PIB, ambos muestran un incremento, si bien el ha tenido un desempeño más modesto en comparación.
Como se dice en la web del Fondo Monetario Internacional, se estableció un cuestionario detallado que abarcaba los nueve "dominios" clave considerados cruciales para reflejar los valores y principios de la felicidad nacional: bienestar psicológico, salud, uso del tiempo, educación, cultura, buena gobernanza, resistencia ecológica, vitalidad de la comunidad y nivel de vida.