Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, y para conocer en profundidad la realidad empresarial desde el punto de vista del liderazgo femenino, Capital celebra su Semana de la Mujer Directiva y reúne a 9 mujeres de diferentes sectores de la economía española. Hoy hablamos con Patricia Alonso, directora general de Jazztel y marcas low cost del Grupo Orange.
A nivel general, ¿qué visión tiene de la economía española?
A pesar de que el contexto global es complejo, parece que la economía española está respondiendo con fortaleza como demuestran las últimas previsiones de la OCDE, que auguran que España se expandirá un 1,5% en 2024 y un 2% en 2025, por encima de sus principales socios de la zona euro.
Para hacer realidad estas previsiones, creo que es fundamental seguir impulsando la transformación digital que mejora la productividad de las empresas españolas.
En España, un 38% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, lo que nos ubica como el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el 12º a nivel mundial, según el informe ‘Women in Business 2023’. ¿A qué cree que se debe este buen dato?
Ese buen dato demuestra que la extraordinaria labor realizada por las mujeres directivas, muchas de ellas pioneras en sus sectores, así como el impulso feminista experimentado por nuestra sociedad, especialmente en los últimos años, está obteniendo sus frutos.
Sin embargo, hay que señalar que ese mismo estudio confirma un estancamiento en el conjunto de la Unión Europea y a nivel global. Además, aún faltan 12 puntos para alcanzar, por lo menos, la paridad en posiciones de dirección. Así pues, hay aún mucho camino por recorrer.
A nivel nacional, ¿qué camino cree que queda por recorrer en este sentido?
Además de seguir aumentando la presencia femenina en puestos de dirección, hay que ir más allá. Actualmente, la presencia de mujeres en los consejos de administración de las sociedades cotizadas en España se sitúa en el 29,3% (357 consejeras de un total de 1.220) y se limita al 19,6% en el caso de la alta dirección (excluidas altas directivas consejeras), por lo que, de nuevo, aquí tenemos mucha oportunidad de mejora. En este sentido, creo que supondrá un impulso la ley de representación paritaria que avanza en la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito directivo cumpliendo con el mandato constitucional y europeo.
Teniendo en cuenta su trayectoria profesional. ¿Qué balance haría de los cambios que ha habido en estos años en materia de igualdad?
Si nos remitimos de nuevo al estudio “Women in Business” hay otro dato que llama la atención: las direcciones de recursos humanos y financiera siguen siendo las áreas con más mujeres directivas. Siendo importante esta presencia, parece una proyección en la empresa del rol tradicional de la mujer en el ámbito doméstico: el cuidado de las personas y la gestión de la economía familiar. Viviendo de las matemáticas y trabajando en telecomunicaciones, dos entornos muy masculinizados, debo decir que se ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún hay mucho por hacer para que las mujeres ocupen posiciones de liderazgo en sectores técnicos que, por otra parte, son los que están construyendo el futuro de nuestra sociedad.
En su sector en concreto, ¿qué peso tiene la igualdad?
El sector telco y tecnológico debe seguir avanzando para adaptarse a una realidad social que ya apuesta sin ningún tipo de reticencia por la igualdad y la diversidad. Aunque en España contamos ya bastantes referentes femeninos, como Irene Cano de Meta, Fuencisla Clemares de Google, Angeles Delgado de Fujitsu, Cristina Garmendia de Fundación COTEC o Helena Herrero de HP, aún hay muchos techos de cristal que romper.
¿Cree que desde la Administración se lucha para que la igualdad y la conciliación sean una realidad? Es decir, ¿qué parte hay de ‘relato’ y qué parte hay de ‘acción efectiva’?
Creo que, desde la Administración, España sigue avanzando en el objetivo de la Agenda 2030 que hace referencia a la garantía real de la igualdad entre hombres y mujeres y, prueba de ello, es la ley de paridad. Esta introduce modificaciones sustanciales en distintas normas del ordenamiento jurídico español para garantizar la representación efectiva de las mujeres en los ámbitos decisorios de la vida política y económica.
Patricia Alonso, directora general de Jazztel): “No se puede dejar todo en manos de la Administración"
Sin embargo, no se puede dejar todo en manos de la Administración. El objetivo de igualdad de género debe formar parte del día a día de mujeres y hombres en todos los ámbitos
Asimismo, el 93% de las empresas españolas cuenta con al menos una mujer en la alta dirección (4 puntos por encima de la media europea). ¿Considera esta cifra fruto de la meritocracia o se trata más bien de un cumplimiento de cuotas?
La meritocracia sin paridad no es posible, pero tampoco la paridad sin meritocracia. En este sentido, las cuotas no cuestionan el valor de las mujeres que acceden a puestos de alta dirección, ya que la demostración plena de la capacidad profesional solo se puede dar en situaciones de igualdad, y esto sirve tanto para mujeres como para hombres.
En cuanto a la brecha salarial de género, esta se ha situado en el 18,6% (la más estrecha de los últimos 15 años), según los últimos datos de la EPA, lo que supone que las mujeres deberían cobrar 4.341 euros de media más al año para recibir el mismo salario que los hombres. ¿Cree que será posible cerrar esta brecha? ¿Qué se necesita, a nivel empresarial, para conseguirlo?
Hoy, el empleo a tiempo parcial, fundamentalmente desarrollado por mujeres, explica el 70 % de la brecha salarial de género. Las mujeres suponen el 75 % de la población asalariada a jornada parcial, en gran parte lo hacen de forma involuntaria y vinculado a las tareas de los cuidados que recaen sobre ellas. Es por ello por lo que iniciativas para mejorar la conciliación de hombres y mujeres, como la inclusión parcial del teletrabajo, puede ayudar a reducir esta diferencia.
Por ello, tal como señala un reciente informe sobre brecha salarial de género realizado por una organización sindical, la corresponsabilidad es una de las medidas más sólidas para acabar con la brecha salarial y laboral que existe.