Marta Moya es licenciada en Administración y Dirección de Empresas (ADE) por Icade, con una amplia experiencia en el sector de moda y belleza. Ha trabajado en grandes empresas como Cortefiel, Pepe Jeans, Rebecca Minkoff (en Nueva York) e Inditex. Es cofundadora y COO de la marca MIA Cosmetics París, especializada en venta de esmaltes de uñas en farmacias españolas y referente en RRSS. Autora de novela infantil y cofundadora de @marbleflags y Auzors.
Háblenos sobre su trayectoria profesional…
Estudié empresariales en Icade y salí sin mucha idea de lo que iba a hacer. Empecé en banca de empresas, un año en Deutsche Bank. Vi que no era lo mío, porque a mí lo que realmente me gustaba era el mundo de la moda y la belleza. Me empeñé en entrar en ese sector como fuera, sabiendo que el salto hasta llegar a mi objetivo no iba a ser fácil.
Entré en Cortefiel en contabilidad de proveedores, después pasé a Pepe Jeans y estando ahí le surgió a mi marido la oportunidad de ir a Nueva York. Para poder ir con él y obtener el visado, conseguí unas prácticas empresariales en Rebecca Minkoff, firma de bolsos de lujo, donde por fin tuve contacto directo con el producto.
Cuando volvimos a España me llamaron de Inditex y esa fue mi gran oportunidad, el máster de mi vida. Me fui a Barcelona, a Stradivarius. Es significativo que, durante la entrevista, hay que pasar varios procesos y acabas tomando un café con el director general, Jordi Triquell. Siempre le nombro porque él fue quien creyó en mí.
Hay veces que sabes que puedes ser buena en algo, pero hasta que alguien no te da la oportunidad de demostrarlo, es muy difícil, y Triquell me abrió las puertas a lo que yo quería hacer. Por eso le estoy tan agradecida.
Entré como compradora de bisutería y a los pocos meses me promocionaron a responsable de prendas de abrigo exterior (abrigos, chaquetas…). Aprendí muchísimo, sobre todo en el ámbito de la creación de producto para un objetivo de cliente concreto, aislándote de tus gustos personales y tus preferencias. Me di cuenta de que eso era lo que me gustaba, hacer algo desde cero, aportar algo nuevo. En definitiva, ‘crear’. Tras siete años en Barcelona, tuvimos que regresar a Madrid y ahí acabó mi etapa en Inditex.
¿Cómo surge MIA Cosmetics París?
Ya en Madrid, conocí a Jorge Macannin, que es el CEO de MIA. De origen venezolano, Jorge es empresario industrial que vino a España a empezar de cero con un negocio de esmaltes de uñas. Me pidió que le hiciera una consultoría sobre cómo crear imagen de marca, estrategia, target, etc. Tras hacer este asesoramiento, Jorge me dijo que entrara en el proyecto. Me pareció un gran reto y así fue como nació MIA hace ocho años.
Al hacer el análisis, vi que había un hueco en las farmacias, encontramos ese nicho, pero no teníamos equipo, ni presupuesto de marketing, ni contactos, ni reputación… No éramos nadie. Nos reunimos con una asociación de empresarios de cosmética para conocer cómo era el sector, cuáles eran las barreras de entrada, quiénes eran los competidores, etc.
Esa reunión fue un punto de inflexión, ya que nos dijeron que no teníamos nada que hacer, que no lo intentáramos, que estábamos compitiendo en un canal con marcas de toda la vida muy fuertes y muy instauradas. Eso fue un revulsivo para nosotros, creíamos muchísimo en el proyecto y decidimos seguir adelante.
Ocho años después, somos líderes en farmacias españolas en tratamientos y color de uñas y estamos en más de 3.000 farmacias. Hace un año y medio entró en nuestro capital social un grupo español muy importante, Cantabria Labs, que nos está apoyando en nuestra expansión internacional. Han sido ocho años de montaña rusa y ha ido todo muy rápido, pero estamos muy orgullosos.
¿Cuáles son los valores diferenciales de MIA Cosmetics con respecto a otras marcas?
Nuestros valores están muy identificados. Somos una marca aspiracional dentro del canal farmacéutico. Teníamos muy claro que, si queríamos entrar en un sector con tanta competencia, teníamos que hacer algo muy diferente. Creamos una imagen muy disruptiva, distinta, elegante, minimalista, en un entorno muy beauty, pero dentro del canal farmacéutico.
En un momento en el que las farmacias se estaban renovando mucho, empezaban con las redes sociales y nosotros les apoyamos en el tema digital. De hecho, nos llaman la marca indie de las farmacias. Se creó un movimiento espontaneo, cuando una farmacia subió una foto nuestra en Instagram con el texto ‘Me declaro #MIADICTA’.
Fue como un altavoz, un ‘boca a boca’ natural y orgánico y nos empezaron a llamar más farmacias. Les estamos muy agradecidos, porque hemos creado la marca de la mano con ellas. En ese momento fue cuando fuimos capaces de crear equipo. Ahora mismo tenemos un equipo de 25 delegados comerciales en toda la Península.
¿Qué es para usted la belleza?
Para mí, la belleza es el equilibrio entre salud, felicidad y confianza.
¿Qué consejos daría a aquellas personas que quieran emprender un negocio?
Primero, tener muy clara tu idea, tener mucha pasión, y estar preparado para los ‘noes’, asumiendo que es parte del proceso. Es fundamental rodearse de un buen equipo, con gente constructiva que apoye y anime. Los comienzos son muy duros y hay que tener en mente que hay que insistir, insistir, insistir.
No puede fallar la pasión, la decisión y la creencia en el proyecto, y eso hay que transmitirlo a la gente. Hay que escucharse y creer en una misma. Dicen que la intuición es el mejor spoiler, por lo que, si estás decidido, adelante.
También es muy importante tener en cuenta que el primer año a lo mejor no hay ingresos, por lo que es conveniente tener un colchón económico que permita no ingresar capital durante un tiempo, porque, si no, el abandono del proyecto va a ser rápido. Y, por último, hay que aprender a pivotar y a ser flexible, porque muchas veces uno quiere una cosa y el mercado está pidiendo otra. La adaptabilidad ante las situaciones adversas, en la mayoría de las ocasiones, se convierte en una oportunidad.
Próximos retos y objetivos de la firma…
Cómo te he comentado, ahora somos el número uno en cuidado y color de uñas. Nuestro objetivo es ser líderes también en maquillaje. Tenemos competidores muy fuertes, estamos dentro de los cinco primeros, pero tenemos que seguir escalando posiciones y aumentar la cuota de mercado. Y otro muy importante es la internacionalización. Ya vendemos en Europa, también en Oriente Medio (Kuwait, Emiratos Árabes, Arabia Saudí…) y estamos entrando en Latinoamérica.
Vemos que ha recibido numerosos premios, ¿qué suponen para usted?
Para mí es un honor, a todo el mundo le gusta que le reconozcan su trayectoria. Ha sido un hito y estoy muy orgullosa. Pero diría que lo más importante son las mujeres que he conocido gracias a estos premios. Me encanta rodearme de gente que pueda aprender e inspirarme. ¡Hay tanto talento femenino en España! He conocido a gente fabulosa, y, para mí, ha sido muy enriquecedor, me ha hecho crecer personal y profesionalmente.
¿Y los fracasos? ¿Qué ha aprendido de ellos?
Primero habría que ver qué es el fracaso, cuál es su significado. En este país se castiga un poco el fracaso, mientras que en otros se valora, como es el caso de EEUU. Para mí, los fracasos son aprendizajes, aprendizajes necesarios que te sirven para atinar más en el siguiente paso.
¿Por qué se dice ‘a la tercera va la vencida’? Porque a la primera es muy difícil que te salga. Los dichos populares tienen mucha sabiduría.
¿Cuál es su máxima o su lema cuando vienen malos tiempos?
Mi lema es fluir. Yo tengo una mentalidad muy de fluir y adaptarme. En estos últimos años desde la pandemia estamos viviendo en un entorno de crisis continua, siempre pasan cosas y tenemos que aprender a navegar en un entorno un poco hostil. Hay que ser flexible y reaccionar rápido, no bloquearse. Siempre van a pasar cosas.
Su visión de futuro en una frase
Me encanta “pude, puedo y podré”.