La subida de los precios está poniendo contra las cuerdas a los mercados tradicionales. Ante la brusquedad de los cambios, las empresas buscan la forma de adaptarse a la complejidad de los nuevos sistemas productivos.
El aumento de los costes
La situación económica mundial ha incrementado los costes de producción, transporte y venta, saliendo mal paradas desde las compañías de sectores primarios hasta las dedicadas a los servicios. Paliar ese incremento es el objetivo de la gran mayoría de las empresas de nuestro país, que tratan de buscar una solución al tiempo que hacen malabares para evitar despedir a sus empleados.
La asesoría financiera Grant Thornton ha elaborado un informe relacionado con este tema. El informe, llamado International Business Report refleja las dificultades a las que se enfrentan las compañías de todo el mundo ante la situación actual, al tiempo que señala las preocupaciones de las empresas y las posibles soluciones a sus problemas.
El IPC llegó a escalar en julio de 2022 hasta el 10,8%, pero progresivamente ha descendido mes a mes hasta situarse en marzo de 2024 en el 3,2%, lo que supone un ligero aumento desde febrero. Además, la tasa anual de la inflación subyacente también ha ido descendiendo, hasta situarse actualmente en el 3,3%.
Si analizamos los efectos que este incremento de los precios ha tenido en las compañías españolas, en su mayoría han sido negativos. Los costes de producción se han incrementado, la obtención de materias primas y, como consecuencia, la mayor parte de los sectores ha tenido que elevar los precios de sus productos o servicios, lo que aumentaba a su vez aún más la propia inflación.
El Banco Central Europeo trabajó en políticas monetarias de enfriamiento de la economía, a través de la subida de tipos de interés, lo que, junto a las medidas puestas en marcha en nuestro país, han logrado contener la escalada de precios, incluso antes que el resto de los países europeos.
El propio informe refleja que las principales preocupaciones para los empresarios se basan en la subida de los precios. Las materias primas subieron un 21%; la energía otro 20%, así como el gasto en servicios públicos y transporte. Por su parte, los costes bancarios y de intereses también aumentaron un 16% y el incremento del gasto fiscal, un 17%.
Andrew Webb, economista jefe de Grant Thornton en Irlanda afirma que “la preocupación por la inflación ha ido modulándose, pasando de ser un problema transitorio, localizado sobre todo en los costes de las cadenas de suministro, a uno totalmente generalizado, que se mantuvo alto a nivel global durante un periodo más alargado”.
Siete "palancas" para combatir la inflación
Bajo esta premisa, el informe de la auditoría ha obtenido siete formas de mejorar el rendimiento de nuestra empresa para hacer frente a las dificultades de la economía actual.
Palanca 1: identificar y mitigar los riesgos de la inflación para nuestra compañía
Muy pocas compañías internacionales tienen planes preparados de antemano para gestionar una inflación elevada y prolongada, y todas ellas deberían identificar los riesgos y elaborar un plan para mitigarlos.
Una vez elaborado, el plan deberá revisarse periódicamente para garantizar que evoluciona al ritmo de las posibles amenaza.
Palanca 2: tomar medidas para limitar el aumento de los costes externos
Entre las medidas que pueden adoptarse figuran la fijación de precios, las compras al por mayor, la renegociación de las condiciones con los proveedores o el cambio de éstos. En un entorno de inflación moderada-alta, estas medidas básicas pueden marcar la diferencia a la hora de limitar los costes y proteger los márgenes.
Revisar detenidamente los contratos con los proveedores y buscar oportunidades para mejorar las condiciones o incluso sacar a concurso servicios y bienes es otra opción a destacar.
Palanca 3: externalizar más actividades para reducir costes y paliar la escasez de mano de obra
La subcontratación puede parecer una vieja solución para un nuevo problema, pero las ventajas que ofrece son ahora más convincentes que nunca para las compañías internacionales que buscan tanto reducir costes como hacer frente a la escasez de mano de obra cualificada.
Palanca 4: Comprender mejor cuánto cuesta atender al cliente
Para los expertos del informe International Business Report, "la mayoría de las empresas del mid-market de todo el mundo siguen sin calcular con precisión y regularidad los costes y beneficios de cada uno de los clientes a los que prestan sus servicios".
Sin embargo, la segmentación de clientes proporciona información crítica si queremos proteger nuestra rentabilidad gestionando activamente nuestra base de clientes durante épocas inflacionistas.
Palanca 5: Cambiar la estrategia de precios para que esté más en consonancia con el aumento de los costes
Los datos muestran que alrededor del 52% de las compañías entrevistadas aumentaron sus precios exactamente en línea con los costes, y otro 35% elevaron los precios por encima de ellos.
Es una muestra extraordinaria de poder de fijación de precios. Y puede resultar tentador para los directivos pensar que pueden confiar en ello en el futuro. Pero las subidas de precios entrañan muchos riesgos, sobre todo la pérdida de clientes y de competitividad.
Por ello, es importante que los precios de transferencia entre partes vinculadas también se ajusten a los costes. Y si hay que subir los precios, hay que hacerlo de una forma coherente, también para el consumidor.
Planca 6: tomar medidas para mejorar la estructura de capital
Las compañías deben optimizar sus costes de capital y estudiar la posibilidad de aumentar o reducir el nivel de capital circulante para satisfacer sus necesidades.
A corto plazo, si las compañías gozan de buena salud y de abundante liquidez, pueden plantearse estrategias como las compras al por mayor para vencer a la inflación. Si ocurre lo contrario, puede que tengan que buscar capital adicional y gestionar la deuda.
Además, los bancos deberían ser inevitablemente más cautos a la hora de conceder préstamos en este entorno.
Palanca 7: tomar medidas para mejorar la eficiencia y los costes internos, y/o reducir los residuos
No hay mucho que pueda hacer una empresa cuando los costes suben de forma tan rápida como lo han hecho en los últimos dos años.
Lo que realmente impulsa la eficiencia interna es la tecnología. Por ello, es esencial que las compañías tengan en cuenta la optimización tecnológica y que la planifiquen, para saber si será más o menos eficiente.
Para Grant Thornton, la robótica, la automatización y el machine learning son elementos clave para mejorar la capacidad de ahorro y productividad de nuestra empresa.