En un contexto de constante actualización normativa, la adaptación al cambio ha pasado de ser una opción a convertirse en una obligación estratégica para las empresas. Tomàs Font, director general de Wolters Kluwer Tax & Accounting España, apunta al respecto que, a nivel español, “la Ley Crea y Crece y la Ley Antifraude fuerzan a todos los profesionales y a todas las empresas en general a trabajar de forma digitalizada en el ámbito de la facturación”. El colectivo que más ‘ayuda’ va a necesitar es el de las pymes y los autónomos.
Además, el perfil del directivo actual se enfrenta al desafío de la internacionalización, con modelos de crecimiento son diferentes en cada país, incluso en el ámbito de las economías europeas. El ritmo de mejora del PIB es distinto, y eso provoca divergencias y estrategias personalizadas. “Si fuéramos capaces de crecer todos armónicamente, sin que hubiera esos desequilibrios, sería fantástico”, apunta Font, que acaba de cumplir tres años al frente de esta compañía proveedora tecnológica de software de gestión para empresas y asesorías.
Analizamos con Font la relevancia de contar con un asesor externo para que las empresas logren “productividad, estabilidad y eficiencia”, en su opinión, las tres principales preocupaciones de los directivos. La tecnología y la personalización representan la base de la propuesta de valor de Wolters Kluwer para facilitar la adaptación de las compañías al cambio normativo. La firma logró unos ingresos globales de 5.584 millones de euros en su último ejercicio fiscal, con un crecimiento orgánico del 6% y un fuerte avance de los servicios y soluciones en la nube.
España es un país de pymes, ¿en qué punto está el proceso de digitalización de estas empresas?
El proceso está madurando y creo que nos queda mucho trabajo por hacer. Nosotros siempre hemos interpretado que los fondos Next Generation son una grandísima oportunidad de transformación para el crecimiento de las compañías. Y, si mejora la productividad, seremos capaces, como empresarios, de dedicar esos recursos extra a la creación de nuevos productos o servicios, generar empleo y hacer crecer los negocios. La clave es realizar la correcta asignación de esos recursos.
¿Cómo percibe el comportamiento de la economía española en estos primeros meses del año? ¿Cree que el PIB será capaz de mantener la senda alcista registrada el pasado ejercicio?
El inicio de año ha sido bueno y las previsiones son positivas. La economía está comportándose mejor de lo esperado, veremos cómo evoluciona y si somos capaces de aguantar ese ritmo de recuperación y de aceleración en lo que queda de año.
¿Qué países de nuestro entorno, o digamos, de perfil occidental están despuntando en términos de generación de riqueza o de desarrollo empresarial y por qué?
La competencia es feroz en general. La Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE) está apuntando como grandes motores a Francia, España e Italia. Es bueno que los países grandes actúen como tractores, porque si uno de ellos no acaba funcionando, se nota en todo el mundo. Es el caso de Alemania actualmente, que está provocando cierto sufrimiento en el conjunto de la UE.
En todos estos países, incluido España, hay retos importantes que hay que trabajar, gestionar y superar. Si fuéramos capaces de crecer todos armónicamente, sin que hubiera esos desequilibrios, sería lo mejor, sería fantástico. El círculo virtuoso genera, pues, riqueza y bienestar. En cambio, cuando entramos en la dinámica contraria, sufrimos todos.
¿Cómo valora el impacto actual y futuro en la facturación de las empresas de la Ley Crea y Crece y la ley Antifraude? ¿Qué puede faltar para que sea más útil?
La Ley Crea y Crece y la Ley Antifraude van bastante de la mano. Aunque persiguen objetivos distintos, están actuando casi sobre los mismos procesos. Estas dos leyes fuerzan a las pymes, y a todos los profesionales y empresas en general, a trabajar de forma digitalizada en el ámbito de la facturación, porque exigen que todo el proceso sea digitalizado, y esto es positivo.
No debería asustar a nadie; al contrario, quien esté trabajando bien y esté preocupándose por su negocio debe estar en línea con la normativa. Estas leyes fomentan que no haya morosidad y que no haya fraude, que haya una mejora en los procesos, que haya más transparencia y más velocidad. En esos procesos de emisión y cobro, creo que los objetivos que persiguen ambas normas son positivos.
El reto que nos planteamos como país con estas dos normativas es mayúsculo, porque implican una gran transformación para muchas pequeñas y medianas empresas, así como autónomos, que están hoy facturando con sistemas como el Word o el Excel y a veces hacen facturas hasta a mano. Esto va a desaparecer, porque el proceso tendrá que ser digitalizado y automatizado por software de gestión reconocido.
“Los Fondos Next Generation son una grandísima oportunidad para el crecimiento empresarial”
El beneficio no solo será para la pyme o el autónomo, o para la compañía que tenga que proporcionar este nuevo software, sino para todo el conjunto del entorno corporativo y empresarial y para la propia Administración.
Ambas normas suponen un cambio legislativo muy importante, con muchos agentes implicados, de distinto tamaño, distinta cultura empresarial y forma de trabajar… Necesitamos alinear todo esto de forma clara. Pongamos un ejemplo: el empresario que tiene una mercería se dedica a que su negocio funcione, pero no necesita ser un experto fiscal ni un experto contable. Las pymes, en su mayoría, no tienen el músculo financiero ni humano para poder afrontar este proceso, por lo que la figura del asesor es clave en este proceso de cambio normativo y regulatorio.
¿Cree que las pymes están preparadas para cumplir esta nueva normativa?
Si el proceso está automatizado y escogen bien al proveedor tecnológico, diría que sí. Nosotros intentamos diseñar e implementar las soluciones de la forma más fácil y con menor impacto posible en el día a día de la empresa o del autónomo y, además, le ofrecemos el valor añadido de la integración con el software que utiliza su asesor. Podemos hacer que toda la transición, de principio a fin, sea lo más suave posible. Eso es bueno para la empresa, para el asesor y para la propia Administración.
En este contexto de cambio normativo constante e incertidumbre regulatoria, ¿cómo ayuda Wolters Kluwer a sus clientes?
Precisamente nos centramos en el software regulado, nuestra prioridad es desarrollar herramientas tecnológicas que se ajusten totalmente a la normativa en el tiempo y la forma previstos. Somos expertos y especialistas en el ámbito regulado, es nuestro principal ámbito de actuación.
Pensamos que el futuro va a generar una complejidad regulatoria todavía mayor que la actual y necesitamos aportar valor en todo lo que está sucediendo alrededor, porque la normativa es amplia y cambia continuamente, y lo primero que hay que hacer es cumplirla. Tener soluciones buenas, que hagan cosas muy especiales, está muy bien, pero si no cumples la norma, estás en fuera de juego, fuera del mercado. Primero hay que asegurar las operaciones básicas y, a partir de ahí, aportar un valor adicional.
¿Cómo se compite en términos de diferenciación en un mercado marcado por la competencia y la fuerte especialización?
Nos hemos marcado objetivos muy ambiciosos y los estamos persiguiendo, esa es la realidad. Como comentaba, la clave reside en centrarnos en las áreas en las que estamos aportando un valor diferencial. Siempre nos hemos caracterizado por ser una compañía muy business friendly, llevamos más de 35 años ampliando nuestra base de colaboradores y socios en el mercado que nos permiten complementar nuestra solución con otros desarrollos y hacer una comercialización conjunta.
“Empresas y profesionales deberán trabajar de forma digitalizada en el ámbito de la facturación”
Estamos proyectando y ejecutando tanto para este 2024 como para los años que vienen un modelo que llamamos ‘apificado’, con software regulado y en la nube, fácilmente interconectable a través de APIS. Nuestra red de colaboradores y partners desarrolla funcionalidades que añaden valor a nuestras soluciones para dar respuesta a necesidades adicionales y específicas de nuestros clientes y básicamente lo hacemos a través de la ‘apificación’. Es un concepto técnico, pero, en resumen, lo que permite es conectar soluciones en la nube de forma nativa.
Para ello, tenemos un marketplace en el que el cliente puede entrar y ver cuál es la mejor solución, con los partners que tienen las mejores opciones para cubrir los distintos ámbitos funcionales, y hacemos una suma de las mejores soluciones del mercado. Con este ecosistema conseguimos básicamente dos cosas: la primera es aportar innovación al proceso, y la segunda, reducir los tiempos de implementación y lograr rapidez y agilidad. La rapidez en la innovación es la gran ecuación por resolver en las compañías. Es incuestionable que la innovación es básica para sobrevivir y para crecer, en un mundo complejo y muy dinámico.
¿Cuáles son las principales preocupaciones de los clientes?
Podemos resumirlas en dos. Claramente, una es la productividad y la eficiencia, está en boca de todos nuestros clientes. Nadie puede trabajar ya de forma ineficiente.
La segunda, concretamente en el ámbito de los despachos, es la estabilidad. Hemos vivido algunos años de una intensa actividad legislativa, y todos los cambios que vienen son de mucho calado. Esto preocupa a los despachos, que son los responsables de que las empresas cumplan sus obligaciones formales y tienen que estar al tanto de todo lo que viene.
Esta formación continua es absolutamente necesaria, pero bien planificada. Mantenerse a la última es muy complicado, y nosotros intentamos que el software automatice al máximo los procesos para que no se pierdan detalles y, siempre que podemos, ofrecemos plataformas de conexión con la propia Administración.
¿Cómo gestiona Wolters Kluwer el talento?
Nadie quiere trabajar en una compañía que no sea atractiva, que no tenga futuro o que no gane dinero. La tecnología nos brinda la oportunidad de reformular nuestro negocio en términos de crecimiento, lo que es un es un polo de atracción enorme para el talento.
Tenemos que ofrecer a los clientes todas las posibilidades de soluciones tecnológicas para que puedan elegir, en función del ritmo de adopción de cada empresa. La narrativa de transformación, de crecimiento y de oportunidades de desarrollo es crucial. No me sirve de nada estar en una compañía que solo crece en ventas, también debe darme oportunidades para desarrollar mis habilidades.
La gestión de una compañía no es una ciencia exacta, es un reto. Como ejecutivos, debemos tener presente que, punto número uno, sin crecimiento estamos fuera del mercado. Además, punto número dos, ese crecimiento tiene que ser sostenible, sin locuras. La ambición no puede llevarnos a tomar riesgos sin control.
“El tiempo es el recurso más limitado que tenemos, hay que saber invertirlo bien”
¿Qué papel juega la innovación?
Tenemos procesos de innovación internos en tres grandes niveles: el local, el regional (que es Europa) y el global. Son tres niveles distintos, con distintos tipos de productos y soluciones y con distintas iniciativas de innovación. Hay que buscar la innovación donde se produce la operación, así de fácil. Globalmente, tenemos un foco muy claro que tenemos que adaptar a la realidad local, que necesita una innovación práctica, y esta innovación se produce a nivel local.
La otra aplicación de la innovación evidente es nuestro marketplace, que nos permite potenciar la inteligencia colectiva y que el cliente aproveche al máximo esa innovación propuesta por nuestros partners.
Innovar es mejorar la forma de trabajar de nuestros clientes, y esto no lo podemos hacer solos, sino en compañía de nuestra red de partners en el mercado. No hace falta innovar a 15 años vista, se puede innovar con perspectiva anual, para ir por delante del mercado.
¿Qué objetivos tiene la compañía con el reciente lanzamiento de a3innuva ERP?
Es una solución cloud nativa, la interconexión es nativa y esto, ya en sí, es un valor diferencial. Veníamos de un modelo en el que un mismo producto estándar servía para todo, y eso se ha acabado. El proceso normativo y el ámbito del compliance nos alinea a todos a tener el mismo modelo de cumplimiento y lo tenemos que hacer bien, nosotros tenemos una posición de reconocimiento en este ámbito.
La solución a3innuva es personalizable y la ecuación coste-beneficio es imbatible. Maximiza el valor de la compañía a través de la tecnología cloud porque permite poder reformular todo el negocio. La opción de cloud híbrida requiere una inversión contenida y es funcional, pero no sirve si la empresa busca cambiar la forma de relacionarse con sus clientes.
Y, por último, con este lanzamiento, tenemos el objetivo de seguir reforzando nuestro vínculo con nuestra red de partners. Hay mil cosas que hacen que el vínculo entre dos compañías sea estable y tenemos partners con los que trabajamos desde hace más de 35 años, con los que seguimos haciendo negocio conjunto. Crecemos, en gran medida, gracias a todo este modelo de aproximación business friendly, que busca el beneficio conjunto.
¿De qué tecnología cree que hablaremos en los próximos años?
La más destacada ahora es la Inteligencia Artificial (IA), que toca explotar bien y con sentido común. Vienen años apasionantes, de cambios y de transformación. Aparecerán nuevos retos y nuevas profesiones, y otras desaparecerán.
Realmente, creo que vivimos la década del talento, en mayúsculas. Cada empresa deberá explotar sus fortalezas, y ese proceso estará apoyado en la inteligencia artificial. Esta tecnología nos ayudará a identificar aquellos nichos en los que uno es realmente bueno.
“Trabajamos para crear una empresa inclusiva, en un sentido amplio”
¿Cómo ve Wolters Kluwer dentro de cinco años?
Veo una compañía más grande, que preserva y potencia sus valores y que permite desarrollar el talento interno. Trabajamos para crear una empresa inclusiva, en un sentido amplio: distintas edades, distintas culturas, distintos géneros… Veo Wolters Kluwer como una compañía en la que todos comparten una visión común de crecimiento y desarrollo personal.
¿Qué etapa o momento es el más difícil que le ha tocado vivir en su carrera?
Los momentos duros desembocan en grandes cambios. Tengo la fortuna de poder liderar y dirigir también el negocio en Escandinavia (Suecia, Noruega y Dinamarca) junto al de España. Esto ha sido un reto difícil, con distintas culturas, distintas monedas, distintos portfolios de soluciones, distintos perfiles de clientes, distinto comité de dirección, distinto idioma…
Combinar los dos modelos en paralelo es un reto importante. Tienes que ser flexible para intentar absorber todo aquello cuanto antes, pero al mismo tiempo sin ceder en lo que realmente crees que tienes que hacer en estos países. He puesto mucho entusiasmo, muchas ganas y un modelo eficiente de gestión del tiempo. El tiempo es el recurso más limitado que tenemos, hay que saber invertirlo bien.
¿Hay algún líder empresarial que le inspire en su forma de hacer las cosas?
Todos tenemos en mente a los grandes del management, los que aparecen en todos los medios. Los seguimos mayoritariamente, algunos con mayor afinidad que a otros. Pero quiero citar a alguien que no aparece en los medios, pero que ha aportado mucha luz a mi propia trayectoria profesional. Hablo de José María Feliu Vilaseca, actualmente director de Recursos Humanos del IESE y con experiencia previa en el RACC y, anteriormente, en Fira de Barcelona.
Para mí, Feliu Vilaseca representa lo que es un profesional con un perfil 360, con una visión constructiva y equilibrada de los proyectos empresariales, de la vida personal, de la vida familiar, de los amigos, de esa curiosidad muy necesaria para poder crecer... Para él, la función de Recursos Humanos es crucial en el modelo corporativo del futuro más inmediato. Feliu Vilaseca, para muchos un gran desconocido, ha actuado y sigue actuando como referente en muchos aspectos durante toda mi trayectoria profesional.