Todos aquellos que han jugado al poker saben de primera mano que es un juego muy especial. Y lo es por su naturaleza estratégica y por la importancia de su componente psicológico, que dan mucho juego (nunca mejor dicho) no ya solo para vivir en las partidas experiencias muy enriquecedoras (al margen de la perspectiva monetaria), sino también para cultivar habilidades que resultan esenciales en muchos ámbitos de la vida, incluyendo el de los negocios.
De ahí, que entre de los usuarios que juegan habitualmente nos podamos encontrar con perfiles muy particulares, que más allá de estar interesados en obtener ganancias (aunque a nadie le amarga en dulce) les seduce poder desarrollar destrezas mediante la práctica del juego. Con este propósito, eligen la plataforma online de poker líder, que les permite desde jugar torneos en línea para trabajar estas habilidades transversales hasta organizar partidas personalizadas, e invitar a los compañeros deseados, para practicar por ejemplo con amigos que tengan los mismos objetivos.
Si hay un aspecto del mundo de los negocios en el que las enseñanzas del póker son particularmente valiosas ese es la toma de decisiones, ya que el juego ayuda depurar esta capacidad empresarial básica a múltiples niveles, que te detallamos a continuación.
Manejo de la incertidumbre
El poker implica tomar decisiones con información incompleta o fragmentaria, porque no se sepa tanto lo que van deparar las cartas que quedan por salir como las que llevan u obtendrán los oponentes, y por tanto las combinaciones que ya tengan o puedan ligar.
Aunque lo ideal en el campo de los negocios es tomar decisiones con una información profusa, y ahí está el despegue del Big Data para corroborarlo, lo cierto es que en muchas ocasiones hay que decidir con base a los datos que hay disponibles, y ser capaces de desenvolverse con ese grado de incertidumbre, para optar por las opciones más adecuadas de acuerdo a los elementos de valoración disponibles.
Además, el poker también enseña a lidiar con la incertidumbre del resultado, algo básico cuando se dirige una empresa, y no se puede saber a ciencia cierta cómo va a ir una campaña que se quiere lanzar o el resultado final de una negociación que se ha decidido entablar.
Evaluación del binomio riesgo/beneficio
El poker aboca a una evaluación constante de si merece la pena ir a una mano o ver las cartas de un oponente, calculando la cantidad que supone aventurar y el premio a obtener en caso de ganar. Si hay un bote repleto aumentarán los incentivos, pero arriesgarse en una partida ordinaria en la que pocos jugadores han ido y un solo rival decidió meter una cantidad disuasoria probablemente no sea la mejor opción, por mucho que se intuya el farol, ya que siempre estaría la amenaza de que el oponente haya adoptado precisamente esa estrategia para que parezca un bluff.
Saber manejar este tipo de situaciones con la cabeza fría también es clave en el ecosistema empresarial, cuando toca decidir si una determinada apuesta o inversión compensa el riesgo que se asume.
Gestión emocional
Muy relacionado con el punto anterior, que implica la capacidad de mantener la cabeza fría, estaría todo lo relativo a el control de las emociones para que no condicionen las decisiones. Aquí, ya entraríamos en el terreno de la vertiente psicológica del poker, un juego que nos enseña a mantener la calma en los momentos cruciales, pero también a no dejarse arrastrar por la desolación en la derrota ni por la euforia en la victoria.
Además, el poker permite cultivar la habilidad de tomar decisiones bajo presión, aprendiendo a manejarla, lo que resulta algo básico en el mundo de la empresa, donde muy a menudo hay que decidir de manera rápida en circunstancias difíciles y con muchos condicionantes a tener en cuenta.
Lectura de rivales
De nuevo estaríamos ante otra derivada de la dimensión psicológica del poker, ya que se requiere una buena inteligencia emocional (que tiene componentes innatos y aprendidos) para saber leer a los rivales, con base tanto a sus acciones en la mesa como a su lenguaje no verbal.
No hace falta destacar la importancia en el mundo de los negocios de ponerse en el lugar de los demás, para entender sus objetivos e intenciones, una lectura que resulta básica desde a la hora de negociar hasta la de tomar decisiones para adelantarse a la competencia.
Además, habría otras varias enseñanzas clave que ofrece el poker, como el ir varios pasos por delante desarrollando un pensamiento estratégico a largo plazo, la adaptabilidad y flexibilidad para amoldarse a distintas situaciones del juego o la capacidad de aprendizaje de los errores.
También, enseña que las cosas no van a salir de cara en todas las ocasiones, algo que saben muy bien los empresarios con experiencia, muy conscientes de que nadie gana siempre en el mundo de los negocios.
Esperamos que te haya sido interesante este texto sobre cómo el poker ayuda mejorar las habilidades de toma de decisiones, con el foco especialmente puesto en el ámbito de la empresa.