Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han descolocado las previsiones de crecimiento de las principales entidades económicas. Con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) que ya alcanza el 2,5% hasta la fecha, las expectativas del Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE, Funcas y el propio Gobierno han quedado por debajo de la realidad. Las instituciones más relevantes del panorama económico anticipaban cifras más moderadas, lo que refleja lo imprevisible de la coyuntura económica actual.
Banco de España: la previsión más cercana
El Banco de España fue una de las pocas instituciones que ajustó su previsión de crecimiento en 2024 al alza conforme avanzaba el año. En su último informe de proyecciones macroeconómicas, estimaba un crecimiento del 2,8%, una cifra que se acerca bastante a la realidad actual, aunque dependerá de los datos finales que ofrezca el INE sobre el cuarto trimestre. Aunque esta cifra supuso un incremento respecto a sus previsiones iniciales a principios de año, el repunte del crecimiento económico en el segundo semestre ha superado las expectativas.
El Banco de España, en sus análisis, había destacado riesgos como la inflación persistente y la desaceleración del comercio mundial, factores que le llevaron a ser prudente en sus estimaciones. Sin embargo, los resultados actuales sugieren que la economía española ha resistido mejor de lo previsto esos riesgos.
Fondo Monetario Internacional (FMI): una previsión conservadora
El Fondo Monetario Internacional había mostrado más cautela en sus previsiones para España. En su informe de Perspectivas de la Economía Mundial, publicado en julio de 2024, el FMI estimaba que el crecimiento de la economía española sería del 2,4% para el año. Esta previsión, una de las más conservadoras entre las instituciones internacionales, subestimó el dinamismo de la economía española, particularmente en lo que respecta al consumo interno y la recuperación del sector servicios.
El FMI ha sido consistente en señalar que la inflación y el endurecimiento de la política monetaria en la eurozona podrían frenar el crecimiento de España, especialmente en el segundo semestre del año. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, el ritmo de crecimiento ha superado las previsiones, lo que sugiere que los modelos del FMI no captaron del todo la resiliencia de la demanda interna.
OCDE: estimación alineada con la prudencia
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su informe de junio de 2024, también proyectó un crecimiento económico para España en la línea del Banco de España, en torno al 2,8%. Esta previsión refleja un enfoque más optimista que el de otras entidades.
Para la OCDE, la elevada inflación en los primeros meses del año y el impacto de los tipos de interés crecientes representaban barreras importantes para un mayor crecimiento. Sin embargo, el 2,5% registrado hasta la fecha por el INE pone de relieve que España ha logrado sortear mejor de lo previsto estos desafíos.
Funcas: un pronóstico más optimista, pero también insuficiente
Funcas, la Fundación de Cajas de Ahorros, había sido algo más optimista en sus previsiones económicas para 2024. En su última revisión, ajustó su previsión de crecimiento al 2,6%, una de las más cercanas a la cifra actual del 2,5% publicada por el INE. Sin embargo, a pesar de esta previsión al alza, Funcas tampoco alcanzó el nivel real de crecimiento.
La institución había justificado su optimismo en la recuperación del consumo privado y la estabilización de los precios de la energía. No obstante, aunque acertó en identificar los factores positivos que impulsarían la economía, no previó del todo la magnitud del crecimiento real.
Gobierno de España: prudencia incluso en la revisión
El propio Gobierno de España había mantenido una postura cautelosa respecto al crecimiento económico de 2024. Las últimas proyecciones del Ministerio de Economía, presentadas en el mes de agosto, situaban el crecimiento en un 2,4%, una cifra que, aunque optimista, no alcanzaba el 2,7% actual. A pesar de las reformas implementadas y de un contexto relativamente favorable para la economía interna, el Gobierno optó por moderar sus expectativas, teniendo en cuenta la situación de incertidumbre global y las presiones inflacionarias.
En sus estimaciones, el Gobierno destacó la importancia de la recuperación del turismo y el dinamismo del mercado laboral, pero también señaló los riesgos relacionados con la subida de los tipos de interés y el posible impacto en el consumo y la inversión. Aunque esos riesgos no se han materializado de manera significativa, la cautela de las previsiones gubernamentales reflejaba la prudencia en un entorno volátil.
Comisión Europea: expectativas en línea con la media
La Comisión Europea también publicó previsiones que subestimaron el crecimiento real de la economía española. En su último informe, la Comisión proyectó un crecimiento del 2,1%, ajustado al contexto de la zona euro y con una perspectiva prudente, dada la situación económica en el resto de Europa. La Comisión destacó la fortaleza del mercado laboral en España, pero al igual que otras instituciones, no previó completamente el alcance del impulso que ha tenido la demanda interna y el turismo.