La Comisión Europea ha reafirmado su postura de haber tomado todas las medidas necesarias para tranquilizar a los gobiernos europeos en relación con el acuerdo de libre comercio con Mercosur, enfatizando su rentabilidad para la Unión Europea (UE). En las próximas semanas, se espera que se disuelvan las dudas que impidieron su firma, lo que permitiría que el pacto pueda ser suscrito a comienzos de enero.
Según Olof Gill, portavoz comercial de la Comisión Europea, se han realizado todos los esfuerzos para asegurar a los Estados miembro, consumidores y agricultores, dejando un acuerdo sobre la mesa que los países pueden apoyar con confianza. Aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no pudo formalizar el acuerdo durante la cumbre de Mercosur debido a la resistencia de Francia y las dudas de Italia, existe un compromiso para desbloquear la situación a inicios de enero.
Gill ha mencionado que los gobiernos europeos han solicitado más tiempo para evaluar las aclaraciones y convencerse de los detalles -incluidas las salvaguardas acordadas recientemente- antes de otorgar su visto bueno. Bruselas sigue en contacto con los países miembros para avanzar en la aprobación, buscando poder firmar el pacto a principios de 2024.
Gill ha concedido que son conscientes de que «la última milla antes de la línea de meta es siempre la más difícil» y consideran «manejable» un retraso de semanas
La Comisión Europea está trabajando en medidas de acompañamiento que no reabren el acuerdo, pero que aseguran su correcta implementación. Estas medidas incluyen el refuerzo de controles aduaneros para verificar que los productos que llegan al mercado común cumplen con los estándares fitosanitarios de la UE. Además, se han introducido cláusulas para asegurar iguales estándares de producción en un futuro.
El proceso, que ya lleva 26 años en negociación, es considerado de «inmensa importancia en lo económico, lo diplomático y lo geopolítico». La Comisión reafirma su convicción de que, pese a las dificultades, el pacto contará finalmente con el respaldo mayoritario de los 27 países miembros.
